Como proyecto de fin de año, y en pintas de volverse auténticamente una obra de teatro, les presento mi más nuevo cuento, Sabine y las Puertas de Nostromo, una aventura sobre una teen que escapa de casa y se encuentra a un viejo callejero de nombre Nostromo, quien tiene la capacidad de crear puertas a un mundo fantástico; Sabine entrará en estas puertas encontrando un sin fin de posibilidades, afrontando una de las más bizarras historias hacia interdimensiones como antes nunca había escrito.
Como saben, mi laberíntico blog siempre tiene hasta lo más recondito de mis creaciones... en esta ocasión les dejo esta nueva historia que espero que disfruten... todo en espera del avance de la producción que esperemos muy pronto torne a una verdadera obra de teatro.
Felices Fiestas
Pablo Suárez [etis hagen]
lunes, 17 de diciembre de 2018
ACTO I: MISFIT
Suena el despertador, la luz va alumbrando poco a poco
el cuarto de Sabine, ella se estira y ve sus posters pegados, finalmente se
levanta, se pone sus pantuflas y va a la cocina a desayunar; ahí está su mamá,
súper feliz, con su ropa de ejercicio preparando el desayuno; su hermano menor,
Kevin (9 años aprox), come cereal, ella
le comenta que deje de comer o será gordo cuando crezca; él se ríe del mal
genio de su hermana, y la mamá le llama la atención por ser apática y de mal
carácter; la madre le platica de un hombre que conoció en el gimnasio, que es
unos años menor, pero no le importa, el amor no tiene edad. Kevin ni se inmuta
de la plática. La mamá sigue soñando despierta hablando del nuevo hombre que
quiere de papá de sus hijos, pero Sabine le interrumpe. –“¿Porqué no mejor
regresas con papá y dejas de buscar niños para sustituirle?”- -“No es un niño, solo tiene 8 años menos que
yo, además tu papá ni se interesa en nosotros; con eso de que a veces ni a
tiempo paga la pensión… pero bueno, dejemos las cosas feas y hablemos de cosas
bellas y propositivas en la vida… En el gimnasio, mi amiga Lourdes empezó a
llevar a su hija Lucero a que haga ejercicio con ella; imagina, momento
madre-hija como el que nunca hemos tenido tú y yo… ¿puedes creerlo? ¿no crees
que es tiempo de que hagamos algo así? ¿no te gustaría inscribirte al gym
conmigo? Como que ya empiezas a tener edad de que si no te ejercitas te pondrás
gordita”- -“¿Gordita, mamá? ¡No! No mamá, ni me pongo gordita, ni quiero ir al
gimnasio, y no me importa si la hija de Lourdes va con ella al gimnasio, a la
playa o a ningún lado ¡No me intere…”- suena un claxon, la mamá se emociona.
–“¿qué? ¿tu nuevo novio te va a sacar a pasear? ¿no nos vas a llevar a la
escuela?”- -“No, es Lourdes; se ofreció llevarlos a ti y a Kevin a la escuela
para ver si tú y Lucero se vuelven
amigas… sabes que ese niño Germán con el que has hecho proyectos no me agrada
tanto, es raro… Si no puedes juntarte con gente popular o entrar al equipo de
porristas, por lo menos estar con una chica a la que sí le interesa su físico
podría hacerte de mucho bien en esa vida decadente que te gusta llevar.
Ándenle, apúrenle que Lourdes se tiene que ir a su consultorio rápido… ¿ves?
Otra cosa que nos conviene a todos, la mamá de tu amiguita sería dentista…”- La
mamá sonríe; Kevin ya trae su mochila y está listo para irse –“Estoy listo
mamá”- -“Muy bien Kevin, apresúrenle”- -“¿No le dirás que se lave los
dientes?”- -“Ay Sabine, no, ya llevan prisa, a demás le di dinero para el colegio,
pueden comprar chicles en la cooperativa”- Suena el claxon otra vez –“Corran
niños, corran, los quiero mucho, les marco al rato a ver si paso por ustedes o
se regresan otra vez en uber”-
Fade out a negros, se abre el
telón, se muestra la escuela, van Sabine, Kevin y Lucero. Kevin va de la mano
de Sabine –“Sabine, ya de aquí me voy solo, Rodrigo iba a llevar sus funkos de
Marvel e íbamos a jugar con ellos antes de que llegue la maestra”- -“Ya te dije
que me digas Misfit, Sabine es un nombre que me dicen en la casa, no me
preguntaron si me gustaba o no, yo decido llamarme Misfit”- -“Eres muy rara
Sabi…”- Sabine entre cierra los ojos corrigiéndole; él continúa –“Eres muy rara
Misfit”- -“Mucho mejor… anda, ve con Rodrigo que ya casi es hora de que llegue
tu maestra, y con la suerte que tienes les quitará sus juguetes y el resto de
tus amiguitos dirán que ha sido tu culpa; corre”- Kevin se va corriendo; ellas
siguen caminando –“¿Misfit?”- dice Lucero –“¿Porqué le dijiste que te llamara
así?”- -“Significa Inadaptada”- -“¿Y todos te dicen así?”- -“En realidad no
todos, solo la gente inteligente”- -“Ah, ok Misfit”- Sabine sonríe –“Además voy
a clase de arte y mi profesor me está enseñando graffiti, y dice que debo de
adoptar algo para mis tags”- “¿tags?”- -“Como mi autógrafo… Es algo muy de los
noventas, no entenderías…”- -“No, no me gustan los noventas; a mi mamá y a mí
nos gustan más los ochentas ¿sabes? Las chicas solo queremos divertirnos…
Jajaja”- Sabine le barre con la mirada –“Claro, es lo único que una chica busca
en esta vida”-.
-“Hey Misfit”- Un tipito de
audífonos, tablet y gorrito se acerca; ella le responde –“Hey Germán… digo
Maul”- -“Sí, así está mejor… ¿Qué haces? ¿Quién es tu amiga?”- -“Se llama
Lucero, es hija de una amiga de mi mamá, me trajo a la escuela”- -“Lulú
jijijii”- interrumpe Lucero, los dos la voltean a ver, ella sigue –“Lulú será
mi tac”- -“¿Tu tac?”- dice Germán, Sabine corrige –“Tag, Lucero… Le dije de lo
que estamos haciendo con el profe de arte”- Germán la barre con la mirada –“¿Qué
se hará hoy Misfit? ¿Quieres que proceda el día como siempre suele proceder? Oí
que el Trooper le va a llegar a Britany y que preparó un número musical y todo
como en la película 10 Cosas que Odio de Ti”- -“¿En serio? ¿Será tan ridículo
para hacer eso?”- -“Eso podría hacernos reír un rato en el receso”- -“A mí me
gusta 10 Cosas que Odio de Ti”- dice Lucero; Sabine continúa –“Lulú, no tenemos
que estar juntas solo porque me trajiste a la escuela, ya llegamos, es todo,
puedes irte por tu lado, nosotros nos iremos por el nuestro”- -“No, mi mamá me
dijo que podríamos ser amigas, además ella y tu mamá ya quedaron que lo íbamos
a ser…”- Germán le mira con detenimiento; A Sabine le da pena ajena, ella
voltea a ver a su amigo a quién le pregunta con la pura mirada –“No hay
problema por mí mientras no haga comentarios estúpidos”- -“Si es necesario
puedo guardarme mis comentarios… Mi mamá me dice que me calle casi toda la
vida, puedo lograrlo”- dice Lucero sonriendo bobamente; los otros dos se
voltean a ver –“Pues que comience el día”- Dice Sabine –“Procederá el día
entonces como siempre… ¿Hablaste con Algercito ayer en la tarde?”- -“Sí, nos
hizo las tareas a ambos, pero sí tienes que cumplir el pacto que hicimos de que
irías con él al baile y fingirían que son novios”- -“Qué más da… ¿Sí se puso el
viejo Nostromo?”- -“Sí, está ofreciendo viajes místicos como toda la vida… Ya
casi es hora de que salga Godinez y lo corra o llame a la patrulla…”- -“A ver
si llega, con eso que su carcacha ayer se descompuso frente a todos a la
salida… qué oso”- -“Mi padre me ha dicho que solo los perdedores terminan de
maestro”- -“¿Estás diciendo que nuestros finales están escritos?”- -“Touché”-
Lucero solo los observa hablar mientras que con gestos caninos trata de
comprender lo que no entiende de la plática; continúan caminando entre más
estudiantes.
A la entrada de la escuela se
encuentra Nostromo, un viaje araposo que ellos asumen que vende drogas.
Nostromo grita todas las mañana de que si alguien quiere aceptar uno de sus
viajes místicos; a Sabine y a Germán les gusta ir a ver cómo luego de que llega
el director de la escuela corren al vago ya como una tradición institucional.
Los tres chicos se detienen a ver a Nostromo ofrecerles viajes a los alumnos,
algunos se enfadan, otros se burlan, la mayoría le ignora. Llega Algercito
–“Hola chicos”- -“Hey”- responden Sabine y Germán; Lucero le saluda con un
gesto amable solo con la mano y con la boca bien cerradita; Algercito continúa
–“Les hice la tarea tal como lo pidieron, use tipografía diferente y
redacciones de distintos estilos para que la maestra no se dé cuenta que
ustedes no la hicieron”- Algercito saca un par de folders y se los entrega; él
y Lucero se quedan viendo –“A ti no te hice; no era parte del trato; no sabía
que habría alguien más”- Sabine dice –“Se llama Lucero, es hija de una amiga de
mi mamá y le indicaron que me siguiera”- Germán añade –“Trabaja para el
gobierno y ya se dieron cuenta que somos posibles prospectos de terrorismo”-
Lucero sonríe sin comprender, Algercito no se une a la burla y solo le saluda,
continúa –“¿Están esperando a Godinez?”- -“Ya casi es hora”- En efecto, casi al
instante, el director Godinez aparece del otro lado de la escena abriéndose
paso entre estudiantes para llegar a Nostromo; él grita –“¿Qué pasa aquí? ¡¿Qué
demonios está pasando aquí?!”- Al ver a Nostromo se altera más –“¡Te he dicho
que no te quiero ver por aquí! ¡Te he dicho que estos estudiantes no probarán
ninguna de tus malditas drogas!”- -“Yo no vendo drogas, soy proveedor de viajes
místicos, por eso ni tus policías corruptos pudieron detenerme”- -“¡Lárgate de
aquí escoria inútil!”- Godinez se cansa rápidamente y empieza a jadear entre
más se mueve; justo cuando se seca el sudor en la frente es cuando los alumnos
riendo predicen lo que está por suceder. –“¡Largo de aquí ustedes también! ¡Ya
casi es hora de que lleguen tarde a sus clases! ¡Váyanse de aquí, he dicho!”-
Jadeando trata de ahuyentar a todos los que miran, agitando papeles que trae en
la mano mientras sigue corriendo a Nostromo y alejando a los alumnos que se
burlan de él; hasta que se le caen los papeles y luce más patético, los alumnos
comienzan a obedecer, más por lástima que por sumisión; hincado mientras recoge
sus papeles voltea a ver furioso a Nostromo y éste le responde –“Está bien
viejo, no te enfades, te puede dar algo; relájate, ya me voy; talvez tú
deberías de probar alguna vez un viaje místico”- -“¡Cállate y lárgate de aquí
vagabundo”- Los alumnos se van alejando hacia adelante y a los lados mientras
dejan a Godinez recogiendo su papelerío mientras la escena se va oscureciendo
de atrás para adelante; la luz enfocará a los cuatro personajes que caminan
platicando; Algercito inicia –“Pobre Godinez, ¿no creen que alguna vez
deberíamos ayudarle?”- -No, si tiene algo de dignidad que deje de hacer esos
osos cada mañana y se dedique a conseguir más presupuesto para la escuela”-
dice Sabine; ahora hasta a Germán le pegó el comentario –“Hey, eres demasiado
agresiva Misfit”- -“Es lo que los misfits hacemos Maul, si la gente no quiere
ser criticada que no se muestre criticable”- Lucero sigue sonriendo sin decir
nada; Algercito pregunta –“¿Es muda tu amiga?”- -“Se llama Lucero, y no, no es
ni mi amiga, ni es muda”- -“Misfit le dijo que se callara y al parecer la nueva
es muy buena siguiendo indicaciones”- -“Me pregunto qué diría alguien más si
vieran cómo me tratan ustedes a mí”- se le escapa el comentario a Algercito,
tanto Germán como Sabine le voltean a ver enfadados –“No, no es cierto chicos,
saben que disfruto estar con ustedes; nos tratan menos mal los populares si
tenemos una chica ruda que les imponga el mínimo de respeto”- -“Sí, sobre todo,
soy todo un emblema de seguridad”- dice Sabine –“Sabes que si solo fuéramos
Germán y yo, nos bullearían más todo el tiempo los otros; al menos contigo,
como eres mujer no dejada, no se meten… tanto”- -“Hoy vienes muy hablador
Algercito”- dice Sabine, y Algercito le responde –“Mi mamá me dejó tomar café
en el desayuno, seguro puede ser eso…”- El escenario se va deconstruyendo para
mostrar el interior de la escuela; los protagonistas se salen de escena.
Adentro de la escuela se ven muchos estudiantes yendo de un lado para el otro,
se ve que algunos entran en salones, otros continúan, entran en escena Britany
y sus amigas.
Britany es la chica más popular
del colegio, es cheerleader, es chica alfa, y, como a toda porrista popular, le
sigue un grupo de chicas guapas genéricas que le festejan todo lo que dice. –“Y
luego le dije, ¡No Trooper, ya te dije que Shakira es lo más out y anticuado
del mundo! Lo de hoy es Dua Lipa y el Corona, Shakira es como del tiempo de mi
mamá”- Todas le festejan todo lo que dice –“¿O tú que le hubieras dicho
Mariana?”- Mariana le responde –“Es un
chico Britany ¿qué van a saber ellos de lo que está en onda y lo que no? Perdónalo,
es muy guapo y popular”- -“Obvi que lo voy a perdonar ¿quién no perdonaría al
capitán del equipo de football? Es un sueño, que diga cuanta tontería se le
ocurra, es tonto por naturaleza, ya ven lo que dice la profesora de biología,
la tesoternona les vuelven casi animales”- -“Es testosterona Britany”- La
corrige Adela –“Ay Adela, si vas a empezar de cerebrita y lucidita no te
necesitamos en este grupo, mejor júntate con los ñoños de artísticas, los
raritos y su reina friki”- Todas se burlan de Adela; Mariana le añade –“Ya
oíste a la reina Ady, piérdete”- Adela
las deja seguir y se pierde triste entre los alumnos de fondo; Britany continúa
-“Pero bueno, le tuve que aceptar su disco de Shakira, no le dije que ya ni
reproductor de discos tengo; a veces mi Trooper es tan retro”- Otra añade –“Lo
retro es tan en onda”- -“Fíjate que puede ser… “- -“Julieta, me llamo Julieta”-
-“Tienes razón Junieta, lo retro está volviendo a ponerse de moda”- -“Es
Julie…”- Mariana la ve feo para que no acabe su corrección contra la reina, así
que calla y deja a Britany continuar –“Vi que las Kardashian usaban una camisa
de los Romming Stones, talvez vaya siendo hora de que me compre algo de ropa de
música de viejitos”- -“Harás que lo viejito luzca increíble hoy en día”- Expresa
gritonamente Mariana, y feliz Sabrina le responde –“¡Ay sí Mariana, tú sí
sabes!”- Continúan hasta salir por el otro lado del escenario.
En un plano diferente ahora
entran Trooper y los jugadores de americano. Su amigo Alvin le dice –“Ya
entonces tenemos todo listo para lo del recreo Trooper”- -“Gracias Alvin, mi
mamá me dice todo el tiempo que soy la viva imagen de Heath Ledger, yo creo que
todo va a salir espléndido”- -“Sí Trooper, eres espléndido y luces tan
espléndido como Heath Ledger”- dice Eloy mirando a Trooper con una admiración
que ni Britany siente por él –“Ehm, gracias Eloy”- -“Puse a los ñoños de
computación a cablear las bocinas de toda la escuela para que suene tu canción
en el momento en el que lo decidas”- -“Gracias Alvin”- -“Buscamos la pista como
en karaoke para que tu voz se escuche como debe de oírse, y el niño güerito
ese, Algercito va a traer el micrófono que tienen sus papás que es de mejor
calidad que el que tienen en la escuela”- -“¿Le dijiste a Mariana si ya estaba
lista?”- -“Sí, la vi en la mañana en el estacionamiento y dijo que ella y las
chicas están listas y entrenadas”- -“No le dijo nada a Britany…”- -“No, todo es
secreto, solo sabemos los que somos indispensables para el acto”- Pasa un
desconocido y felicita a Trooper –“Bien por esa Trooper, la sorpresa será la
mejor que alguien le haya dado a su novia”- Trooper voltea a ver a Alvin –“Ese
tipo es indispensable para el acto”- Pasa un profesor y felicita a Trooper
–“Bien por lo de al rato compañero, voy a dejar salir a mi grupo antes para que
lo vean”- Continúa caminando; Alvin añade –“Su grupo son parte del coro en la
parte de godspell”- -“¿Hay parte de godspell?”- -“¿qué es el godspell?”- dice
otro jugador, pero le ignoran – “Trooper, no ahondes en la logística, verás que
todo queda de maravilla, y seguro ahora sí Britanny se olvida definitivamente
de cuando te cachó dándole like a todas las que tienes en instagram”- -“Todos
lo hacemos ¿porqué no lo puede comprender?”- -“Es mujer, olvídalo y lleva a
cabo esto y todo resultará como nunca”- Llega Algercito con el micrófono, Alvin
le regaña –“Te dije que en el recreo o si nos lo cachan los profes van a creer
que te lo robamos”- -“Ya es el recreo ¿porqué ninguno de ustedes fue a ninguna
clase?”- -“¿Ya es el recreo?”- -“Sí, el profe Noé revisó las firmas y dijo que
ya no va a revisar después”- -“¿Revisó firmas el profe Noé?”- dice un jugador;
Eloy añade –“El profe Noé es un sueño”- Todos le voltean a ver –“Digo, el profe
Noé da sueño”- Y ahora todos lo felicitan asentando y dándole palmadas en la
espalda. –“¡Pero entonces si ya es el recreo ya es hora!”- Exclama Alvin
–“¡Todo se saldrá de control!”- grita Eloy asustando a Trooper –“No, todo
saldrá bien, allá viene Mariana”- dice Alvin señalándola. Llega Mariana y dice
–“¿Porqué están perdiendo el tiempo ustedes? ¡Todos ya estamos listos para la
rola! ¿Tú lo estás Trooper?”- Trooper suda de nervios, se jala el cuello de su
camisa angustiado y dice –“Sí, eso creo…”- -“Perfecto, todo está en orden, las
porristas, las bailarinas, el guitarrista con el solo, los micrófonos, y ahí
viene Brittany”- El escenario se empieza a llenar de gente, entre ellos vienen
Sabine y sus amigos –“Ahora Trooper, si tú ya estás listo también es tiempo de
cambiar la historia de las aventuras de cualquier preparatoriano; será el
momento musical más inolvidable de la historia”- Dice Mariana.
Entran Britany y sus amigas a
escena –“Oh, es un recreo como ninguno, las ensaladas tenían un extra descuento
¿qué más podría hacer que este día fuese mejor?”- Los personajes comienzan a
ponerse en su lugar, hay juego de luces, comienza la música, y las primeras en
reaccionar son Mariana y sus amigas; las bailarinas y porristas hacen piruetas
rítmicamente, el niño con la guitarra para el solo se prepara, el micrófono
llega a Trooper, quien empieza a tronar los dedos bailando fofamente, sale el
coro en el fondo, la música continúa, y todos los personajes en escena tienen
una función coreográfica; todos menos Sabine y sus amigos. Ella alza una ceja y
les ve a todos con desprecio, Germán juega con su tablet mientras menea la
cabeza al ritmo de la música, Lucero sí baila, pero se cohíbe cada que voltea a
ver a Sabine, y Algercito sigue a Trooper a todos lados para que el cable no se
jale ni desconecte. Llegando casi el turno de Trooper las luces le enfatizan
ensombreciendo al resto que le mira emocionadamente, y cuando empieza a cantar
desafinadamente la música se interrumpe con un scratch de tornamesa, dejando
oírse solo un violín desafinado muy al fondo. Trooper sigue con una sensibilidad
inexplicable y una desafinación caladora. Culmina y todos le miran con los ojos
ampliamente abiertos asombrados ante la pésima interpretación. Sabine da un
paso hacia adelante, llegando al lado de él y dice –“Qué patético, no importa
cuán relevante o divertido creas que eres, el patético siempre será patético…
Hoy solo demostraste que mayor ridículo no puede vivirse”- -“¡Sabini!
¡Sabini!”- Ahora ella abre los ojos y traga saliva –“¡Sabini, qué bueno que te
hallo!, que padre es el ambiente de tu escuela eh, todos bailando y cantando,
me recuerda a los ochentas”- Entra la mamá agarrada de la mano de su novio ocho
años menor, se llama Juan Carlos, él dice –“Hola Sabine”- -“Ay Sabini, qué
padre, qué padre, ¡qué padre! Oye, pensé en lo que me dijiste y creo que sí no
pueden comer solo dulces y sabrituras en el recreo, en Hoy dijeron que los
niños tienen que tener una mejor alimentación ante la ola de cochinadas que
ahora venden en las escuelas, así que te hice unos sandwichitos de verduras y
legumbres para que luego tu popita no huela como a veces unos hacemos jijiji…
toma, te hice uno a ti y uno a Kevin ¿dónde está Kevin?”- -Acá estoy mamá”-
dice desde el fondo de la escena –“Ay qué linduras mis chamincitos”- pellizca
sus cachetes –“Bueno, yo me tengo que ir para que sigan con su jueguito de High
School Musical, qué lindos se ven todos, felicidades muchachos, muchas
felicidades”- -“Nos vemos muchachos, felicidades a todos”- Añade Juan Carlos
antes de partir; Salen y la luz continúa puesta sobre Sabine… se guarda unos
minutos de silencio, y luego la iluminación se vuelve general y todos la
señalan riendo. –“¿Quién es la patética ahora?”- dice Mariana. Britany dice
–“Jajaja, sí mi amor, tú no eres patético, tú eres un ángel con micrófono”-
-“¡Un ángel con la voz de Rihanna!”- grita Eloy desde el fondo –“Sí, ¡Viva
Trooper!”- incita Alvin a gritar; Trooper sonríe y le vitorean la mitad,
mientras la otra sigue riendo. Britany se va hacia él a abrazarlo y salen de
escena caminando en grupo. El escenario se va vaciando poco a poco dejando solo
a Algercito, Germán, Lucero y Sabine. –“Lo siento muchachos, a veces las cosas
salen bien, a veces mal”- dice Algercito, y luego se va hacia donde se fueron
los populares. Germán voltea a ver a Sabine y le dice –“Y a ti te salieron las
cosas peor de lo que a muchos nos irá el resto de nuestras vidas, justo en el
momento más adecuado… Ni modo, algunos nacen ganadores, otros nacemos
perdedores y luego estás tú… deberías escribir música al respecto…”- Se va
hacia el otro lado siguiendo jugando con su tablet. Sabine sigue muda y
avergonzada al máximo, luego de segundos de estática voltea a ver a Lucero, y
ella le saluda. –“¿Tú no irás a ningún lado?”- -“No, mi mamá me dijo que tú y
yo seríamos ami…”- Sabine la ignora y sale de escena con Lucero siguiéndole. Se
cierra el telón, se apagan las luces.
-“Algunos nacen ganadores, otros
nacemos perdedores, y luego estás tú…”- Se escucha con eco la frase de Germán.
La voz termina y la luz alumbra mostrando la calle nocturna. Entra Sabine caminando
desde el lado izquierdo. Nosotromo está sentado frente a la pared, y la observa
en su camina derrotista y medio enojado. –“Eres muy joven para caminar con
tanta desdicha, niña”- Ella lo ignora y continúa con su lento caminar –“He
dicho que caminas con la misma energía que un burócrata a mitad de quincena.”-
Sigue sin siquiera voltearle a ver. –“No tienes porqué ser tan grosera Misfit;
al menos no conmigo”-El hecho de que la llame por su nombre la hace detenerse y
voltearle a ver; pero en vez de susto o sorpresa, la enfada más –“¿¡Así que no
solo nosotros te hemos estado viendo ser ahuyentado por Godinez cada día de
clases, sino que tú pones atención a nuestros nombres para si nos hallas a
mitad de la noche puedas hostiganos y creerte que no eres más que el vagabundo
del pueblo y nada más!?”- -“No Sabine, verdaderamente cuando voy a predicar mi
misticismo no presto atención a los nombres de los niños en tu escuela;
realmente solo sabía el tuyo”- -“Lo que no entiendo es cómo alguien que vende
drogas puede vivir con la calidad de vida que tú llevas”- -“Es que Sabine, yo
no vendo drogas, siempre se los he dicho, yo ofrezco viajes a lugares místicos,
lugares que solo quien conduzca puede dictar su morfología”- -“Talvez solo uses
droga y no la vendes, y predicas todas las idioteces que sueñas estando
drogado”- -“Oh Sabine, eres más arrogante de lo que pensé serías… y ahora te
muestras a la defensiva y ofensiva ante alguien que apenas y conoces, pero
créeme que más temprano que tarde tú y yo estaremos platicando como viejos
amigos planificando la vacación de semana santa”- -“Viejo enfermo, no sé cómo
sabe mi nombre, pero lo último que usted y yo seríamos es ser amigos… Yo seré
muy patetista y ninguneada, pero ni en el peor de mis momentos terminaría de
amiga de alguien que se comporte y piense como tú”- Nostromo sonríe sin
contestar y observa a Sabine partir.
Se ensambla la careta de la casa
de Sabine, ella entra y ve a Juan Carlos, su mamá y Kevin viendo la tele
despreocupados. Se oyen gags de lo que ven, y ríen; luego se percatan de la
llegada de Sabine. La mamá dice –“Sabini ¡No estabas con Germán como dijiste
que estarías! Kevin se tuvo que regresar con Lucero y Lourdes al no hallarte al
salir de la escuela ¿Dónde estabas?”- -“¿Me buscaste tanto que terminando
viendo comedias románticas con tu novio bebé?”- dice Sabine incomodando a Juan
Carlos, y la madre enfada y la jala lejos de los hombres –“¿Qué te pasa
jovencita? Yo no hago más que desvivirme por ti y tu hermano, y pese a que ya
no tenemos a tu papá, creo que lo he estado haciendo bien… y si acaso estás de
rebelde por la ausencia de tu padre, ya he hablado con Juan Carlos al respecto
y no tiene ninguna objeción con ayudarnos con la renta, los víveres y todo lo
que tu papá no está dispuesto a colaborar”- -“¿En serio mamá? ¿Ni siquiera te
das cuenta de porqué llego a esta hora?”- -“¿Dónde habías estado?”- -“Me
avergonzaste mamá. Nunca había habido nadie tan avergonzado en la escuela como
lo estuve yo”- -“¿Avergonzarte? ¿De qué hablas?”- -¡¿Lo ves?! ¡Estás tan
ensimismada que ni siquiera te das cuenta de lo que haces! ¡Pareciera que lo
único que quieres es tener a quien sustituya a mi papá para no sentirte tan
fracasada de haber sido tú quien echó a perder esa relación”- Los ojos de la
mamá se sobre saltan, toma aire, trata de tener palabras para contradecirla,
para regañarla, pero el coraje la priva de aliento saludable; inhala
nuevamente, abre la boca para contestar, pero Sabine le gana la palabra –“¿Ves?
Tengo tanto la razón que te dejé muda. El que calla otorga ¿no, mamá?”- Esta
vez no se traba y le suelta una cachetada. –“¿Nunca cierras la boca para dejar
hablar a un adulto, Sabine? ¿Hay alguien a quien realmente respetes?”- Dice la
madre, fúrica. Sabine bufa de enojo –“¿En serio mamá? ¿Ahora me educarás a fuerza
de violencia? No mamá, la gente de hoy en día no necesita de tus agresiones
cavernarias para dejar claro quién rige en el lugar… y lo sé mamá, es justo, es
tu casa, una casa que tú y papá compraron con más dinero de él, que tuyo, pero
bueno, seguro a tu nuevo noviecito le sacarás una casa vacacional y después te
buscarás a otro que pueda proveerte de algo más ¿no?”- Los dientes de la mamá
crujen de ira ante la necedad de la adolescente –“¿Sabes qué? ¡No! ¡No puedo
hacerte nada, ni decirte nada para que entiendas! Todavía hoy fui a tu escuela
buscando cómo consentirte, cómo demostrarte cuán especial sigues siendo para
mí, pero todo mi esfuerzo parece nunca tener respuesta positiva”- -“¡Eso es por
lo que estoy enojada, mamá, por tus esfuerzos contraproducente que solo me
hacen quedar como una perdedora ante el resto de la escuela”- -“Sí, Sabine, di
lo que quieras, pero ya mejor vete a tu cuarto… Ya no tengo ganas de verte por
ahora… Duérmete y mañana hablamos”- -“No mamá, yo tampoco tendré ganas de hablarte
mañana”- -“Vete a tu cuarto Sabine”- -“Sí, tienes razón mamá, ya te hice
perderte como 5 minutos de tu película basura con Adam Sandler”-La madre gira
los ojos por hartazgo y la ve irse a su recamara. Se apaga la luz.
-“Es que ¿cómo se atreve? ¡Y
todavía se enoja y me manda a mi cuarto!”- Se enciende la luz en la mitad de la
escena, Sabine ya está recostada boca
abajo en su cama quejándose de su mamá –“Con todo y que he preservado mi
calificación sin reprobar año tras año, ella tiene el descaro de regañarme y
regañarme, aún cuando fue a la escuela a humillarme, la odio”- Se prende la luz
en la otra mitad de la escena y están la mamá y Juan Carlos en el sillón frente
al televisor –“Oh amor, ya no sé qué hacer con ella…”- él contesta: -“No te
preocupes mi vida, solo es una adolescente, ya se le pasará” - -No sé qué puedo
hacer para tenerla contenta, haga lo que haga…”- Las dos dicen al mismo tiempo:
-“Ella parece que nunca me comprenderá”-
Mamá –“¿Porqué no se da cuenta que la vida de un adulto no es tan fácil
como lo pintan en el cine?”-
Sabine –“¿Porqué no se da cuenta que ser estudiante implica cierto
nivel de status social? Convivir no es tan fácil como lo es para ella”-
Mamá –“¿Qué no ve todo el esfuerzo para pagarle su escuela y aparte
tener tiempo para convivir con ella?”-
Sabine –“Ser alguien relevante o irrelevante es más complicado de lo
que lo pintan en el cine”-
Las dos –“¿Qué debo hacer?”-
Se apaga la luz del lado de la
mamá, Sabine se levanta, toma una foto de su buró donde están ella, Kevin y su
papá, y dice –“¿Porqué nos abandonaste papá? ¿La única solución con mi mamá es
eso? ¿Abandonarla? ¿Saber dejarla atrás? ¿Debo de irme yo como tú te fuiste
antes?”-
Sabine se recuesta un rato y se
queda pensando, el reloj se mueve más lento de lo normal, resuena a cada click;
quiere saber qué hacer, pero teme a la escuela, teme a que sea de día y tener
que ver a su mamá otravez, teme lo que le van a decir sus compañeros, pero
también teme a seguir sus instintos e irse de la casa, en medio de la noche…
pero la noche parece nunca acabar, el tiempo es pesado y sofocante, no hay
tiempo para esperar el tiempo, debe decidirlo ya… -“Lo siento Sabine, es lo
único que podemos hacer…”- se dice a sí misma, se para de su cama, va hacia su
mochila, ve qué hay adentro, agarra sus audífonos del buró, mete la foto
dentro, ve la puerta –“Espero estar haciendo lo correcto mamá, debe haber en
algún lugar las situaciones adecuadas para que Misfit sea quien debe de ser,
sin miedo a humillaciones o vejaciones maternales. Adiós Kevin, adiós mamá…-
Tuerce la boca, gira los ojos y concluye –“adiós pre-adulto oportunista que le
gustan las señoras”- Se cuelga su mochila y sale por la ventana.
La escena se prende completamente
y Sabine corre en medio de la calle sin dirección alguna con una música muy del
estilo de la de Benny Goodman. Del fondo, se asoma de entre las sombras
Nostromo. Sabine no entiende de dónde salió; le dice –“¿En serio? ¿Me has
seguido toda la noche? ¿O ya eres un secuestrador tan profesionalizado que
sabes cómo actúa una jovencita en crisis?”- -“Oh, por el contrario, Misfit, la
noche me ha estado siguiendo a mí… Como tú corres en su dirección, tu camino
siempre ha tenido la misma destinación: Yo”- -“¡¿Y qué quieres de mí viejo
cochino?!”- -“Solo mostrarte tu destinación. Es todo.”- -“¿Sabes a dónde me
dirijo? A ver, dímelo, quizás ni siquiera yo sabía para dónde me dirigía”-
-“Por supuesto que no lo sabes, niña, porque, pese a ser una niña tan lista,
estás tan embelesada con lo que te gustaría representar que no te das cuenta de
lo que ya eres”- -¿Qué soy, una adolescente egocéntrica ensimismada? Créeme que
mi mamá me lo ha dicho más veces de lo que me gustaría saber…”- -“Una
emperatriz”- -“He visto La Ley y el Orden suficientes veces como para saber
cómo se maneja esto”—“Y si crees que soy un secuestrador ¿porqué no has huido
todavía de mí y sigues conversando conmigo a mitad de la noche?”- -“Tienes
razón, debo irme, mi tiempo apremia”- -“No, el tiempo te ha alcanzado a ti,
Misfit, contémplalo”- Una puerta aparece a espaldas de Nostromo de donde se
escapa luz de entre las rendijas”- -“¿Qué demonios? ¿De dónde salió esa
puerta?”- Nostromo sonríe –“Es esa destinación de la que te he venido
platicando”- -“¿Cómo hiciste eso? Debo de admitir que para ser un vagabundo
narcomenudista secuestrador tienes trucos bastante persuasivos o al menos
desconcertantes ¿De dónde sacaste esa puerta? ¿La estás proyectando? ¿Algercito
y Germán están detrás de todo esto?”- Voltea alrededor y grita –“Hey chicos, ya
estuvo bien, muy gracioso… Ya paren esto… ¿No creen que lo que pasó en la
escuela fue suficiente? ¡Maul! ¡Alger! ¿Lulú?”- -“Tus amigos no están en este
momento Misfit, ya pasa de la media noche, ellos están en sus casas arropadas
con el cariño de sus papás ¿Dónde están los tuyos ahora?”- -“Mire señor, estuvo
interesante su truco de la puerta, no sé cómo lo hizo, pero no me voy a quedar
a que trate de terapearme en medio de la noche, en medio de la nada, mejor me
regreso a mi casa que mañana debo de ir a la escuela”- -“¿Entonces qué hacías
corriendo en medio de la noche en medio de la nada? Dudo que lo hayas estado
haciendo sin destinación alguna ¿Crees que esta puerta apareció por azares del
destino? ¿Crees que sabía tu nombre por todas las frases sarcásticas de mal
gusto que me has dicho desde nuestro primer encuentro?”- Sabine da media
vuelta, dándole la espalda a Nostromo y la puerta se abre emitiendo una luz
inmensa y sonido de aire marino; Sabine voltea nuevamente –“¿Cómo lo haces?”-
Un coro místico se escucha desde dentro (Mahamrityunjava Mantra: Sacred Sound
Choir) –“No soy yo Misfit, eres tú”- La luz alumbra y conmueve a Sabine;
Nostromo continúa –“Esa luz eres tú. Los viajes místicos que ofrezco no son
idioteces con estupefacientes, son viajes puros, viajes a donde cada persona
debería de ir, cada uno hará de su viaje una experiencia diferente, y esa luz
que sale de la puerta eres tú… Es por eso que sé de ti, la puerta me habló de
ti, ella quería que tú la habitaras, que tú inundaras su realidad. Eres esa
emperatriz que la gente de la puerta espera que seas… gente que no te humillará
ni despreciará, te anhelará por la luz que eres, el sol perfecto que los
habitantes de tu dimensión desean”- -“Pero ¿cómo? ¿Cómo lo haces? ¿No es una
clase de ilusión óptima que me ridiculizará de un momento a otro? ¿Es una broma
de mal gusto?”- -“No lo es, Misfit, realmente eres tú”- -“Ojalá hubiera un
capítulo de La Ley y el Orden donde ocurriera una situación como esta para
saber qué es lo que debo de hacer”- -“Entrar, eso es lo que debes hacer… Por
eso corriste en medio de la noche sin ninguna dirección, por eso teníamos que
encontrarnos justo hoy en este lugar y no en ningún otro más. Entra Misfit.
Entra Sabine”- Gran luz, gran felicidad, inexplicable júbilo. Sabine quiere
entrar, pero teme que sea todo eso de lo que había estado bromeando –“Entre
emperatriz”- -“Espero no estarme equivocando con esto…”- Sabine camina hacia la
luz y se pierde en ella una vez cruzado el marco de la puerta. Nostromo la
observa, y al desaparecer ella, nos dice –“Y así, como realmente comienza
nuestra historia…”- Cae el telón.
ACTO II: LA EMPERATRIZ
Se reabre el telón. Sabine ya no
está en casa, la luz continúa apagada, ella es alumbrada sorprendida, viendo lo
que los espectadores no pueden ver. –“¿Dónde estoy? ¿Qué ha sucedido? ¿Esto ha
sido todo un sueño?”- Camina por el escenario viendo alrededor –“¿Qué es este
mundo que no puedo ni concebir? ¿Qué es todo esto? ¿A dónde me ha llevado esa
puerta?”- Voltea al público y pregunta –“¿Ustedes lo ven? ¿Me he vuelto loca?”-
Nadie ve lo que ella ve. Se talla los ojos –“Es increíble. Abran los ojos, vean
lo que había dentro de la puerta… Nostromo tenía razón, es algo como nunca lo
había imaginado… Una idealización, un sueño… Véanlo…”- La luz comienza a encenderse
poco a poco dejando ver un bosque, un bosque verde, vivo y maravilloso.
Animales raros caminan en las ramas de los árboles; las nubes tienen rostros;
casa con forma de puerquito se van vislumbrando entre los árboles; una gran
escultura de un mago con cara de cerdo es llevada al centro de la escena por
unos honguitos vivientes; amanece en el cielo un sol rosa y feliz; tiene un
cohete en el ojo, como en una película antigua que tanto ama Sabine –solo que
en la película el cohete está en el ojo de la luna, no del sol- Un paisaje
magnificente se muestra ante los ojos de Sabine y los que le miran; ella
comienza a caminar viéndolo todo; las flores le sonríen; los animales en los
árboles le temen, pero tienen curiosidad de ella; cada que se les acerca éstos
huyen, pero inmediatamente comienza a alejarse de los árboles, los animales
vuelven a acercársele a verla.
-“¡Qué demonios! ¡Parece una
película de Disney! ¿Pueden creerlo? ¿Pueden ver lo que yo veo? Y parece un
paraíso deshabitado, todo mío…”- Hace una pausa y lo analiza –“Pero si es un
bosque deshabitado ¿qué voy a comer? ¿Quién construyó esas casitas? ¿Y esa
escultura? ¿Quién es ese mago? ¿Porqué las casas y el mago tienen cara de
cerdo? ¿Porqué el sol tiene cara de cerdo?”- -“¿Cara de cerdo?”- Le interrumpe
una voz grave y rasposa –“¿Quién dijo eso?”- -“¿Cómo que quién dijo eso, niña
majadera?”- Voltea y no ve a nadie –“¿Están oyendo eso también ustedes? ¿O
perdí la cabeza? ¿O es como hace rato que no veían lo que yo veía, pero poco a
poco lo fueron viendo también?”- Lo dice hacia el público –“Claro que ellos me
pueden ver, niña, solo tú eres tan arisca
como para no notarme ¡Soy enorme y aún así no puedes verme!”- -“¿Dónde
estás?”- -“¡¿Cómo que dónde estoy?! ¡Donde siempre he estado, casi nunca me
muevo! Bueno, lo hago cuando tengo sueño…”- -Casi nunca te mueves, más que
cuando tienes… oh, no… definitivamente no puede ser”- Sabine voltea hacia
arriba y ve que es el sol el que le está hablando –“No puede ser,
definitivamente debo de estar soñando… seguro mi mamá me mandó a mi cuarto y me
quedé dormida soñando que escapaba…”- -“¿Soñando que escapabas? ¿De dónde
escaparía alguien como tú? ¡Seguro de dónde vienes todos te vitorean por lo
extraña y extravagante que eres”- -“Osea, estoy hablando con el sol, y el sol
me está diciendo extraña y extravagante”- -“Jajaja ¿con quién hablas? ¿hablas
para ti misma? ¿Y porqué no te diriges hacia mí, si es conmigo con el único que
ahora puedes conversar?”- -“¿Cómo puedes hablarme, sol?”- -“¿La verdadera
pregunta es cómo puedes hablar tú? ¿De dónde ha salido tan peculiar creaturita?
Créeme que soy muuuy viejo y nunca había visto algo tan raro como tú”- Sabine
va a hablar, pero el sol la interrumpe –“Y créeme que he oído a muchos hablar
de alguien como tú”- -“¿A muchos hablar…? ¿Quién ha hablado de mí?”- -“Muchos”-
-“¿Dónde están todos? ¿Dónde me encuentro?”- -“Oh niña, pero estás en casa
¿cómo es que no la reconoces?”- -“Si nunca habías visto a alguien como yo ¿cómo
sabes que estoy en casa?”- -“Niña, te he dicho que he oído hablar de ti. Muchos
de los aldeanos hablan todo el tiempo de ti… Hablan tanto, y han hablado tanto
tiempo que honestamente dudé que algún día volverías”- -“¿Volver? ¿Si dices que
has estado tanto tiempo acá seguro entonces me viste venir alguna vez ¿no?”- -“Soy
viejo, sí; pero no tanto”- -“¿Estás diciendo que yo soy más vieja que tú?”-
-“Por supuesto, tú eres más vieja que todo”- -“¿Qué? ¿Tan mal me veo?”- -“Te
ves como todos dicen que siempre te has visto. Intrigante”- -“¿Intrigante, eh?
Eres el hombre que me ha tratado con más galantería en mi vida, y ni siquiera
eres un hombre…”- -“Jaja ¿qué dices, niña? ¡Por supuesto que no soy un hombre,
soy un sol! ¿Qué no me ves? Eres tan fascinante como todos lo habían
mencionado, pero no eres tan lista como se dice… Por momentos creo, claro, solo
por momentos, que hasta yo soy más brillante que tú”- -“¿Más brillante que yo?
No lo digas, eres un sol…”- -“Jajaja, ¡basta, me sonrojas!”- Sabine pone la
mano en su mejilla –“Dime, sol, ¿tienes tú algún nombre?”- -“Pues claro, es
Sol, ya lo has dicho antes tú… tú misma que bautizaste”- -“¿yo? Pero si nunca
me habías visto…”- -“No, pero oí las historias de que tú fuiste quien así me
llamó…”- Sabine suspira, comienza a cansarse… -“Sol ¿quiénes son los que te han
hablado de mí?”- -“Pues quien más me habló de ti fue el rey mago, el rey mago
era el aldeano más listo que hay vivido desde que conozco. Él no hacía otra
cosa que hablar de ti. El rey mago gustaba de jugar con las estrellas; su juego
era tan interesante que desde detrás de las montañas yo observaba. Todos lo
hacíamos. Movía las estrellas con una gracia como la del aire moviendo las
hojas otoñales al atardecer. Él nos hablaba de ti, nos dijo que tú nos creaste,
que algún día regresarías, y también que después te marcharías… que tu
naturaleza es la del tiempo… que no puedes quedarte a esperarnos continuar… tú
sigues y no esperas… y no es algo malo, no es algo desdichado, solo es tu
naturaleza, y ¿quién podría culpar al aire por brindarnos frío si también nos
salva del calor? Jaja ¡Imagina! ¿Quién podría culparme a mí de bañarlos con
calor si soy quien los absuelve del frío? ¡Vaya mundo que inventaste niña!”-
-“¿Y porqué tienes un cohete en el ojo?”- -“El mago nos contaba una historia
también. Él decía que tú me creaste así conmemorando una de tus historias
favoritas, una en la que un grupo de personas vencía a la noche y llegaba a
otro astro que se llamaba la luna… nunca la he visto, pero pienso que debe ser
hermosa… En fin, éstas personas alcanzaban la luna cayendo en su ojo, y ya
dentro de la luna, tuvieron muchas y muchas aventuras… Si no mal recuerdo, esa
luna también era llamada Meliés”- -“¿Meliés? ¿Así se llamaba la luna?”- -“Jaja,
es lo que recuerdo… recuerda tú, que ya te he dicho que soy muy viejo”- -“¿Y
qué fue del mago?”- -“Yo, que soy tan viejo, he tenido que ver el efecto del
tiempo en los aldeanos… y los aldeanos se acaban… no le soportan… llega un
momento en el que, como las estrellas al amanecer, también se apagan… eso le
pasó al rey mago hace mucho, mucho tiempo”- -“Lo siento Sol…”- Sabine mira a
las cabañas y pregunta nuevamente –“¿Y los aldeanos? Los mencionas demasiado,
pero no veo más que ardillitas raras correr por los árboles”- -“Oh, es cierto,
los aldeanos… los debes extrañar muchísimo… hace tanto que no los visitas”-
-“Ehm… no los conozco”- -“Tonterías, tú los has creado, y por eso sabes que no
tardan en volver”- -“¿A dónde han ido?”- -“Pues si quieres que lo reitere por
supuesto que lo puedo reiterar ¿a dónde más irían como cada 25 de abril?”- -“¿A
dónde?”- -“Pues a los partidos de Mis´d-fut”- -“¿Qué?”- -“El Mis´d-fut es el
deporte característico de los aldeanos, existe desde que se sabe que se
existe”- -“¿Es algo así como el fútbol?”- -“Imagino que sí…”- -“Patrañas, ahí
está la prueba de que lo que dices solo son tus invenciones…. Yo detesto el
fútbol”- -“Ohhhh… Entonces ahora lo comprendo”- -“¿Qué comprendes, Sol?”-
-“Desde que recuerdo, desde el punto en el que me encuentro, cuando miro al
horizonte, veo cuanto existe en la existencia… sin embargo, lo único que nunca
he podido mirar, son los tan añorables partidos de Mis´d-fut… Nunca comprendí
porqué cada 25 de abril, todos los aldeanos desaparecían hacia la nada diciendo
que se iban a los partidos anuales, y yo nunca pude ser partícipe de alguno”-
-“No entiendo… No entiendo es lo que ahora comprendes”- -“Si tú inventaste el
mundo e inventaste el Mis´d-fut, tú inventaste la ausencia y la
desvanecencia…”- -“¿Qué?”- -“El mago siempre nos habló de tu necesidad por tu
soledad, el altar al espacio y privacidad. Él sabía muy bien que siempre te
gustaron los momentos a solas ¿cómo más los instaurarías si no fuese gracias al
Mis´d-fut?”- -“Vaya Sol, sí que tienes respuesta a todo lo que se me ocurra”-
-“Jaja, muchas gracias su alteza, si soy así es porque tú me creaste de ese
modo”- Se escucha un sonido de cuerno aerófono a lo lejos –“Oh, mira, han
terminado… el juego ha terminado, y como siempre, te aseguro que ganó tu
equipo”- -“¿Mi equipo? … ¿Me llamaste “su alteza” hace unos minutos?”-
El aerófono vuelve a sonar y
comienzan a salir de entre los árboles pequeñas personitas con cara de cerdo.
Todos vienen exhaustos, pero muy contentos por su juego de Mis´d-fut. Vienen
distraídos, hablando entre ellos, y de pronto emergen algunas figuras
conocidas, de entre los pequeños puerquitos sale Trooper con Alvin y Eloy, los
tres con sus distintivas chamarras de jugadores de fútbol americano, pero con
narices porcinas. –“Sabíamos que tú anotarías el gol de la victoria Troopig”-
Dice Alvin emocionadamente; Eloy añade –“Alguien tan guapo como tú no tenía
ningún otro destino que ese, Troopig, esos honguitos lo pensarán dos veces
antes de volver a meterse con la aldea”- -“Siempre he sabido que soy el mejor
en los deportes”- dice creídamente Trooper. Los siguientes conocidos en aparecer
son Germán, Algercito y Lulú, igual que en el caso de los jugadores, todos
tienen nariz de cerdo. Entre los otros también irán apareciendo Britany y el
resto de las porristas. Todos siguen platicando de su fabuloso evento de 25 de
abril.
Entonces Germán se percata de su
presencia. –“Madre mía. Mi bisabuelo no mentía”- -“¿Germán?”- Sabine y Germán
quedan frente a frente. Al toparse, todos se dan cuenta de quién se hallaba en
su aldea luego de tanto tiempo: Su emperatriz. Mientras, más y más puerquitos siguen
llegando, también llegan honguitos y otras creaturas de razas diferentes. –“Mi
bisabuelo me contó historias e historias de tu existencia, pero nunca creí que
fueran ciertas…”- -“¿Germán? ¿De qué hablas?”- dice Sabine extrañada –“Dios, es
ella ¿no es así?”- continúa Algercito –“¿Es la emperatriz?”- -“¿La emperatriz?
¿De qué hablan chicos, ¿porqué todos tienen narices de puerco?”- -“Es ella.
Deberíamos de saludarla como se debe”- Algercito menciona y Germán le responde
–“¿Pero cómo sería eso? ¿Cómo seríamos tan aptos para recibir algo tan grande,
algo tan bello?”- -“Como nuestros abuelos nos enseñaron”- -“Oh, es cierto,
siempre no lo dijeron”- -“¿Qué? ¿Quién es ella? ¿Porqué es tan rara?”- dice
tontamente Lulú. Algercito le responde –“¿Cómo que quién es ella, tonta? Si es
nuestra emperatriz, nuestra creadora, la predicha en los textos de nuestro rey
mago”- -“¡¿Es ella?!”- -“Sí, tonta, reverenciémosle”- -“¿Cómo?”- -“Como se nos
enseñó que lo hiciéramos el día que sucediese: De rodillas.”- En ese momento Algercito,
luego Germán y luego Lulú se arrodillaron. Adela pregunta a Mariana –“¿Qué es
lo que está sucediendo? ¿Porqué el consejo se ha puesto de rodillas?”- Mariana
responde –“Es la emperatriz… arrodillémonos también”- Todos, incluyendo a
Trooper y los suyos, y el resto de los llegantes fueron arrodillándose rodeando
a la que llamaban “Emperatriz”. –“¿Qué hacen? ¿Porqué se arrodillan? ¿Sol?”- El
sol le sonríe, alza una ceja y solo con su gesto le recuerda que ella ya sabía
porqué lo hacían; no obstante, la extrañeza nunca logró escaparse de la
homenajeada.
–“Oh salve nuestra Emperatriz
retornante, promesa de los reyes de pasado, sustento de nuestros días del
mañana”- clama Algercito, y el resto de la audiencia le responde –“Oh salve
Misfit, reina de la aldea y de todo lo que le rodea”- -“Misfit. Me han llamado
Misfit al unísono… Talvez pueda aguantarme a tanto aplauso y gimoteo después de
todo”- Se dice Sabine a sí misma.
Un puerquito llega corriendo y
les ve a todos de rodillas rodeándole y grita –“Señor Maul, señor Maul… ¡El
Alcalde Rey viene de regreso, si ve toda esta faramalla se enojará con usted y
todos los festejantes!”- El puerquito ve a quien reverencian y cierra con un
–“oh… ahora veo”- En ese momento, del lado derecho del bosque emerge el Alcalde
Rey Cerdo, un puerco gigantesco con corona y manto real postrado sobre un trono
majestuoso instalado en un carrito jalado por muchos puerquitos y honguitos
esclavos. El gran animal destaca incluso por encima del más alto de los
jugadores de Mis´d-fut. Y cuando finalmente está totalmente dentro de escena
exclama –“¿Qué pasa aquí? ¡¿Qué demonios está pasando aquí?!”- La entrada y las
preguntas claramente le recordaron a Sabine los momentos cuando Godinez emergía
de su carro defectuoso corriendo a Nostromo. El puerquito que antes trató de
persuadir a Germán le dice –“Señor, yo antes he visto lo que hacen, y les he
tratado de advertir que no lo hicieran, puesto estaba próximo a llegar, pero al
ver porqué lo hacían los entendí por completo”- -“¿Qué? ¡¿Qué diablos dicen
Pigette?! ¿Los estás justificando?”- -“Pues señor, usted también los entendería
si viese a quien se postra en medio de ellos mirándonos con extrañeza”-
-“¿Quién? ¿Quién es ese o esa que dices? ¡Si por alguien se arrodillaran los
aldeanos, sería por mí, no por un cualquiera desconocido!”- -“Señor, mírela por
favor, no quiero ser yo el grosero ni contra su persona ni contra la de ella”-
-“Ok, ok, esclavos, tráiganme mis lentes”- Un honguito sube al carruaje con
unos lentes y se los pone al Alcalde –“A ver, a ver, veamos lo que causa
semejante conmoción”- Se ajusta bien los lentes, enfoca la mirada y la ve, la
ve con gran detenimiento, por unos segundos queda enmudecido. –“Santo dios
cerdo”- Mira hacia al cielo, el sol le sonríe, y luego pone su mano sobre su
frente, la pasa hasta llegar a sus gigantes cachetes –“No puede ser cierto”-
-“Lo es, señor Alcalde Rey”- menciona el sol –“¿Y entonces qué procede?”-
-“Actuar como te enseñaron tus ancestros ¿De qué otra manera actuaría Sr.
Alcalde?”- El Alcalde vuelve a dirigir la mirada hacia Sabine, y como si ella
no le escuchara, continúa –“¿Y cómo sé que es la verdadera ella?”- -“Lo es.
Simplemente lo es. Yo lo sé, tú lo sabes, ellos lo saben”- -“Oh demonios, tenía
que pasar un 25 de abril”- Sus manos, ansiosas, juegan entre ellas, Sabine no
sabe qué decir así que le deja ser. El Alcalde balbucea nadas para sí mismo, y
finalmente se recarga en su trono, bajando los brazos resignado a lo que parece
ser verdad; su cabeza mira hacia arriba y exhala un respiro de aire porcino y
vuelve a mirarle. Los aldeanos están ansiosos por ver qué sucederá ahora que su
verdadera emperatriz ha arribado.
-“Tú eres Sabine, la Emperatriz
Misfit”- Se corrige de inmediato –“Disculpe, usted es Sabine, la emperatriz
Misfit; la creadora de nuestra aldea, y de nuestro mundo también ¿es cierto
eso?”- El pueblo entero le voltea esperando se revele ella misma. Con mueca de
duda ella responde titubeante –“Ehm… eso creo…”- La respuesta y más que nada la
manera no dejan de todo convencido al Alcalde –“No le veo convencida del hecho
de la seriedad del asunto, su majestad”- -“Este… sí, sí soy Sabine, la
emperatriz Misfit”- El Alcalde voltea dudoso a ver a Pigette, sabiendo que
talvez es el único de la aldea que no ha quedado convencido de su autenticidad.
–“Disulpe majestad si dudo, pero debe saber que de encontrarse cierto lo que
todos creemos que pasa, estaría consagrándonos la existencia con solo este
minuto de su llegada”- -“Dudo, de mucho de lo que pasa aquí…. Pero de algo sí
estoy seguro, y es de que mi nombre es Sabine, la emperatriz Misfit”- Ésta
última respuesta apacigua un poco más al dirigente. –“Pues bien, si así lo
dices, si así lo dicen…”- Toma un respiro y continúa –“Si así lo creo, no me
queda otra que llevar a cabo el protocolo al que siempre hemos sido preparados.
¿Quién diría que sería un 25 de abril y no otro día?”- Alza los brazos en
convocatoria y exclama –“Hermanos aldeanos, entonces si este es ese día que
tanto estuvimos esperando, pasará como nuestros abuelos y nuestros ancestros, y
como nuestro vanagloriado Rey Mago nos enseñó que lo hiciéramos... ¡Esta noche
celebraremos nuestro Día de Regreso! Así que levántense y festejen, que nuestra
verdadera líder, reina y emperatriz finalmente ha llegado a deleitarnos con su
presencia ¡Oh salve nuestra Emperatriz retornante, promesa de los reyes de
pasado, sustento de nuestros días del mañana”- Los aldeanos se alegran, y le
responden emocionados –“Oh salve Misfit, reina de la aldea y de todo lo que le
rodea”- El sol sonríe, y todos se levantan aplaudiendo. Todos quieren acercarse
a tocar o estar cerca de Sabine, pero inmediatamente tanto los amigos de
Trooper, como los de Britany, como los que oyó ser llamados “El Consejo” hacen
una valla porcina alrededor de ella alejando a la chusma emocionada –“Ok, ok,
la fiesta será esta noche, no hay nada que ver aquí, vayan a sus casa a
preparar lo que sea que hayan estado preparando para el festejo de regreso”-
-“Fuera, largo de aquí, en la noche podrán tocar o ser bendecidos por nuestra
creadora retornante”- Alvin voltea a ver a Sabine entusiasmado y le dice –“Está
de locos que realmente sea usted, es el momento más emocionante de mi vida”-
Adela le dice a Mariana –“Es tan bonita, ¿Está bien que le diga que talvez es
la persona más bonita y con más estilo que haya visto?”- Mariana voltea a ver a
Britany buscando respuesta a la pregunta irrespondible. Britany les sigue –“Es
la más bonita y la más estilizada que hayamos visto todos”- Mariana se relaja y
grita a los salientes –“¡Salve Misfit, reina de la aldea!”- -“¡Salve Misfit,
reina de la aldea!”- Le responden todos pese a irse saliendo poco a poco de la
escena.
Al final solo quedan sus amigos
del mundo real. Sabine les cuestiona –“¿Qué diablos está pasando chicos? Ya se
fueron todos, ya pueden decirme qué sucede ¿porqué tienen nariz de puerco?”-
Lulú se sorprende de la pregunta, Algercito la calma y le dice –“Tranquila
Lupig, el Rey Mago habló de confusión en nuestra emperatriz el día que
regresara”- Lulú se serena y Algercito continúa –“Mi Lady, nosotros tenemos
está forma pues nos creaste imperfectos, nunca a tu imagen y semejante; siempre
para dejar bien claro la distinción entre tú y nosotros; siempre distinguible,
siempre más bella que cualquiera de nosotros… nos llamas cerdos, pues eso somos
comparados con la angelical presencia que representas… Tu magnificencia es
incomparable con la de cualquier aldeano… Pero bueno, eso ya lo debes saber, e
imagino que esto es parte de una prueba para saber qué tan preparados estábamos
para tu llegada. ¡En fin! Debo de ir a hacer los preparativos para la fiesta,
pues como escuchaste y seguro ya sabías, nosotros somos el consejo,
heredadamente seleccionados para tratar el asunto de tu llegada el día que
regresaras… El día ha llegado, apremiante presionante momento este es. ¡A
preparar la fiesta! ¡Fiesta para la reina emperatriz! ¡Ama del todo, creadora
de aldeas y porcinos! Nadie a su altura, nadie de su envergadura.”- Una música
gitanezca de fiesta (Emir Kusturica) comienza a escucharse dentro de los
preparativos; Algercito toma a Lulú de la mano y se la lleva mientras baila y
aplaude.
Germán y Sabine quedan a los pies
de la estatua del Rey Mago, y ella le reitera –“¿Tú sí puedes decirme qué
demonios está sucediendo? ¿Dónde demonios estamos? ¿Cómo llegaron ustedes aquí
y porqué se ven como se ven?”- Germán, desconfiado, le pregunta –“¿Es una nueva
prueba, su grandeza?”- -“¿Su grandeza? ¡Germán, deja de actuar como tarado y
dime qué sucede!”- Germán queda asustado –“¡Germán, dímelo ahora!”- -“Señora Misfit, le juro que no sé de qué
está hablando ¿es una prueba como la que le hizo a Alporksy?”- -“¿Alporksy? ¿Es
una broma? Incluso… no puedes engañarme… oí que tú sí fuiste llamado Maul”-
-“Maul es mi nombre, madame, no Germán… No sé porqué me dice Germán”- Germán baja
la cabeza asustado. –“Diablos, este mundo al revés no tiene razón de ser”- Se
dice Sabine, y le sigue el juego –“Bien, lo entiendo… Has pasado la prueba,
estás a salvo, has sido bien instruido Maul… tenías razón, era una prueba, y es
una prueba puesto que tengo una tarea única para ti: Quiero que mapees todo el
lugar, me des detalle hasta el más mínimo de todo lo que hay y ocurre aquí, me
vas a decir de dónde viene cada aldeano, y vas a averiguar de dónde he venido
yo”- -“¿Usted? ¿Cómo podría saberlo?”- -“Lo investigarás, te convertirás en mi
investigador personal ¿te gusta la idea? Nadie estará en ley por encima de ti
¿qué dices?”- -“¡Vaya! ¡Qué honor! No sé porqué me otorga semejante voto de
confianza”- -“Yo lo veo todo ¿no lo recuerdas?”- -“Ajaaa…”- -“Y en ti veo más
allá de lo que el consejo mismo ve… Más que Algercito…”- Germán le mira
desconcertado –“Perdón, Alporsky”- Germán sonríe –“Que él se encargue de los
asuntos de la fiesta, tú verás, por mí, los asuntos de este mundo, un geógrafo
de todo lo que sucede en este extraño lugar ¿te parece? ¿estás conmigo?”-
Sabine estira la mano para cerrar el trato –“¿Cómo no podría estar con usted,
mi comandante?”- Germán le brinda la mano a ella y el trato se cierra. –“¿Y qué
hago ahora, emperatriz?”- -“Comienza Maul, solo comienza, sé el topo que has
nacido para ser”- -“¡Sí!”- Dice con un gesto completo de emoción y sale
corriendo de ahí.
Pigette y el Alcalde aparecen en
el borde de la escena, a media luz, el resto del bosque baja la iluminación
–“¿Qué opinas Pigette? ¿Qué piensas de la supuesta reina regresada?”- -“Señor,
pues cumple con todo lo que el Rey Mago dijo sobre su regreso”- -“¿Qué tal si
tan solo es una forastera disfrazada que quiere desterrarme y quedarse con todo
lo que por mandato divino ya es mío”- -“¿Realmente lo cree, señor?”- -“Estoy a
nada de estar seguro de lo que digo”- -“Pero si no está seguro de su seguridad
¿cómo podría asegurarse de ésta?”- -“Tú me ayudarás… Vigílala, déjala mostrarse
como es, déjala ser y caer, que si algo en común tienen todos los
falsificadores, es que nunca son enteramente a quien están falsificando”- -“¿Y
qué hago señor?”- -“¡A hurtadillas! ¡Entre los arbustos! ¡Con la ropa de tu
tía! ¡Como te venga en gana! Pero espíala, vigílala, sé testigo de su traición,
que si mi inseguridad es asegurada, esto asegurará el camino seguro a la única
verdad asegurada: ¡Un traidor es un traidor! ¡Un ursurpador es un ursurpador!
Pero algo peor que todo eso ¡Un falsificador de la emperatriz es un muerto que
camina!”- Pigette se asombra de las palabras de su jefe –“En la aldea nunca se
ha matado a nadie… Ni en los libros y pergaminos más antiguos se habla del
asesinato como castigo a ninguno de los aldeanos”- -“Pero ninguno de los
aldeanos de antaño pudo haber enfrentado peligro tal como el que nuestra aldea
enfrenta ahora, si esta ursurpadora consolida su cometido, será el final de
nuestra aldea, el final de nuestra raza, y nunca más viviremos un 25 de abril
como el que vivimos hoy, el año pasado o el año anterior al pasado…”- Pigette
lleva sus manos a su boca, tapa su sorpresa –“Señor, espero que esté equivocado
de todo lo que dice”- -“Yo también lo espero, Pigette, yo también lo espero,
que sabes que lo que más amo es esta aldea, y por nada del mundo la dejaría
caer en la desgracia de un entrometido llegado de la nada. ¡Corre ahora!
¡Comienza tu tarea que tarde todavía no es para evitar la tragedia máxima de
nuestra aldea!”- Pigette da un brinco y se echa a correr con tanta velocidad
como sus piernas alcanzan. El Alcalde se queda solo, y en soliloquio dice
–“Aunque omití algo, mi querido amigo Pigette, que lo que realmente más amo de
esta aldea es ser yo quien la gobierna… No una extranjerucha que nada tiene que
estar haciendo por aquí”- La luz sobre él se apaga.
El resto de la escena, a media
luz, solo deja ver a Sabine, a los pies de la estatua, y al sol, que cada vez
tiene los ojos más adormilados. Éste le dice –“¿Ya ves? Todo salió como te
dije”- -“Parece que sí, sol ¿tú irás a la celebración?”- el sol bosteza –“No,
Misfit, no lo creo, siempre a esta hora comienza a darme tanto sueño que ni los
fuegos artificiales de ningún festejo nunca me han despertado… me da un
gustísimo tenerla de regreso, pero dudo mucho que el más emotivo de los
festivales me mantenga despierto un minuto pasado de la caída de la noche… Soy
viejo, su alteza ¿qué le puedo decir? Solo espero que se divierta y pase el
mejor de los festejos, lo merece, usted nos creó… Me da un gustaaa…”- Bosteza
–“Un gustazo que hayas regresado”- Otro bostezo –“Un bostazo… un bostezo… Un…”-
Sus ojos se cierran, y poco a poco desciendo por debajo de las montañas del
horizonte, atrás de las cabañitas de la aldea.
El cielo está entre rojo y
rosado, la noche está casi por encima de la aldea, los focos de dentro de las
cabañas comienzan a prenderse; algunas tienen series, como navideñas, que
decoran los portones principales, de algunos árboles también salen destellos de
luz, la música sube de volumen poco a poco; de una misteriosa tonada percutiva
de jazz swing se escucha una voz conocida se hace presente –“¿Ahora qué piensas
de mis viajes místicos? ¿Me sigues pensando un secuestrador narcomenudista?”-
-“¡Nostromo! ¡Tú sí eres normal!”- Sale Nostromo de entre las sombras –“¿Porqué
no lo sería? Además, soy tan normal, como alguien como yo podría ser ¿no
crees?”- -“¿Porqué todos tienen nariz de puerco? ¿Porqué todos me tratan como
si fuera una reina?”- -“Una emperatriz, de hecho”- -“Potato patata… ¿A dónde
nos trajo la puerta por la que entré?”- -“Las puertas mágicas conducen a cada
persona a lugares diferentes; la puerta a ti te trajo a donde debías estar… ¿No
te sentían perdida y menospreciada? ¿Humillada y mal valorada? Por lo que veo
aquí te tratan como tú necesitabas ser tratada”- -“¿Lo has visto todo?”-
-“Desde antes que sucediera, pero es una historia larga e innecesaria de
contar”- Sabine hará otra pregunta pero Nostromo la interrumpe –“¿No tienes una
fiesta a la cual asistir?”- -“¿Tú irás?”- -“No, yo no puedo ir, no es mi aldea,
solo me aseguraba que estuvieras bien… no estaba seguro de cuánto tiempo había
pasado y si habías hecho algún destrozo o algo por el estilo por aquí… Sé
prudente Misfit, pese a ser una puerta que te llevó a donde debías estar,
dentro de cada mundo existen peligros que tú misma diseñaste… Sé que pasa, pero
aún no estoy seguro de saberlo, la realidad es bastante flexible y mal
encarada. Solo ten cuidado ¿está bien?”- Sabine asiente –“¿A dónde irás
mientras? ¿Nos volveremos a ver?”- -“Sí nos veremos, lo sabrás cuando me veas…
Y a dónde iré no es de tu incumbencia… en algún mundo hay algún director
clasicista al cual molestar, no me lo perdería por nada del mundo ¿tú lo
harías?”- Ella sonríe y responde –“Imagino que no, Nostromo, imagino que no”-
-“Anda, tu realidad apenas comienza, no dejes que ese espíritu festivo se desperdicie
en la realidad de alguien menos interesante”- Se sonríen de despedida, y dando
pasos hacia atrás Nostromo va desapareciendo entre los árboles, todo a la par
que el cielo se torna nocturno y la música de fiesta elimina por completo los
60bpm en los que la rítmica del vagabundo se desarrolla.
La noche estrellada sobre la
aldea se vuelve el techo de la fiesta preparada para la emperatriz; uno que
otro fuego artificial se torna parte de la coreografía estelar. La música
festiva invade el salón, los aldeanos van saliendo bailando de todos los
lugares que pudiera haber. Algunos van haciendo acrobacias coreográficas, otros
bailan azarosamente, una tambora pequeña se centra al fondo central de la
escena. Los músicos llevan uniformes rojos con detalles dorados y sombreros
como de orquesta de 4 de julio, excepto que no es 4 de julio, sino 25 de abril,
el día más feliz para los aldeanos que festejan la llegada de Sabine.
Los primeros conocidos en entrar
son los grupos de Trooper y Britany que bailan increíblemente para conmemorar
la estadía de su emperatriz. Grandes malabares y escenas dancísticas se
suscitan ante Sabine, quien sigue casi exactamente donde acababa de platicar
con Nostromo. Ella se deleita con su celebración.
Algercito llega con Lulú, con un
aerófono que usa de micrófono y grita –“¡Que entren los Mastines!”- -“¿Los
mastines?”- Dice Sabine para sí. Una danza regional empieza a salir del lado
derecho con una música del noreste (Taraf de Haidouks), aldeanos altos con
peludos atuendos y cara de mastín tibetano brincan y se imponen como una danza
específica de la región a la que habían llegado. Giran, las chocan, brincan,
todo un espectáculo digno de una reina. Algercito se acerca a Sabine y le
pregunta –“¿El Rey Mago tenía razón? ¿Amas esa raza canina?”- -“Adoro los
mastines tibetanos”- -“El baile lo inventaron nuestros bisabuelos para este día
que llegaras”- Mientras los mastines siguen su danza, los primeros en llegar al
festejo van tomando su lugar en escena sentándose y siendo parte de la audiencia
que mira el gran baile que cada vez iba más rápido. Todos quedaban fascinados
con la danza de los mastines, que cafés y negros eran iluminados tanto por las
luces de las estrellas como por proyecciones lumínicas provenientes de los
tejados de las casitas.
La luz queda casi apagada, y del
centro, al fondo, aparece una garza alta y femenina, bailando con puntas de
ballet, de sus alas, las que serían manos en la tierra de verdad, salen
abanicos que acompañan su danza delicada e imponente. Tanto los puerquitos,
como los mastines, honguitos y personajes principales contemplan su elegante
baile, el solo le interrumpen dos aves rosadas que surgen de los lados
izquierdo y derecho, y éstas, ya con sus abanicos abiertos desde que llegan, se
unen a la danza de la garza central, ella blanca y más bella que las rosadas;
conviven, cierran los ojos gozando la elegancia de la música… de un momento a
otro toman a los honguitos para acompañarles en el festejo de cristal. Sabine
pregunta a Algercito –“¿Estas qué?”- -“Son las Horas, las seres más bellos de
nuestra aldea, solo salen a los festejos principales… la última vez que las
vimos fue cuando coronamos al alcalde… Cuentan las malas lenguas que incluso él
y la Hora principal, 12, tuvieron un romance”- -“¿Lo hora principal se llama
12?”- -“Sí, las otras son 3 y 9”- -“Oh… todo es tan Ponchielli”- -“¿Tan qué?”-
-“Ponchielli, es un compositor de donde vengo”- -“¿Un compositor?”- -“Por
cierto ¿De dónde sale toda la música?”-
La música se detiene y doce personajes
masculinos de apariencia delgada, de color café y con enormes máscaras que
parecen africanas salen de entre todas las casitas. Seis cargan y tocan grandes
tambores de distintos estilos, y seis bailan. Las horas salen de escena
mientras estos van acercándose a la estatua del Rey Mago. Su ritmo es muy
tribal, provocan el movimiento de todos los asistentes; hasta las estrellas se
mueven a la par de los aldeanos. –“Ésta música me gusta más”- dice Sabine a
Algercito mientras ambos menean la cabeza; Algercito solo le sonríe mientras
contempla la danza. Las luces de las casas prenden y apagan mientras los
sonidos continúan moviendo hasta quienes les observan desde afuera. Por último
emerge un chamán, un personaje vestido como ellos, pero con una máscara más
grande y tenebrosa. Los bailarines y los percusionistas se acercan a él
mientras va adentrándose a un ritmo más imponente, bufa vapor, la escena se
torna mística, la ambientación azulada. –“¿Cómo hace eso?”- -“Es el chamán, el
jefe de la tribu M´Bah, los bailarines y los tamborileros. Él los creó de las
brasas de una fogata. En alguna era él y el Rey Mago fueron grandes amigos,
pero hace muchas eras pelearon… Luego el chamán tuvo problemas de los que el
Rey Mago le rescató y a cambio de esto, prometió que se reaparecerían el día que
la creadora de la aldea volviera… Lo que ves es la primera vez que vuelven…
ellos no necesitaban invitación al festejo… Llegarían de la nada a la gran
celebración pues estaban predestinados a hacerlo”- El Mago se acerca finalmente
a Sabine, mueve su bastón mágico y se aleja de los aldeanos, perdiéndose
nuevamente en el bosque. –“Qué honor”-
murmura Algercito a Sabine, y ella solo responde con una mueca de desconcierto.
Ahora con el aire vuelto a la
normalidad en la escena, con todos los personajes sentados, de entre las
sombras aparecen Pigette y el Rey Alcalde, sentado en su trono jalado por los
puerquitos esclavos. –“¡Bravo! ¡Bravo!”- exclama –“Hasta el viejo chamán ha
venido a la celebración, y ni siquiera a mi coronación vino; creí que las
historias de la salvación del Rey Mago era solo eso, una historia”- Los
aldeanos lo ven en silencio, se siente un aire de miedo de ellos contra él; él
es cínico, obstinado y creído; no se ve que a alguien le agrade su presencia
ahí. El trono, con ruedas pegadas para que él no tenga que volver a caminar
pues se dice que él dijo que solo los plebeyos caminan, es jalado hasta
postrarse en frente de Lulú, Algercito y Sabine. El Alcalde les mira
despectivamente y dice –“¿Dos del consejo? ¿Dónde se encuentra el tercero? ¿Dónde
está Maul?”- -No lo veo entre los otros asistentes, señor”- dice Pigette –“No,
en efecto no está, Pigette… ¿Sabe usted dónde se encuentra, su majestad, deidad
recién regresada?”- -“No, Sr. Alcalde, no sabría decirle porqué no llegó a mi
celebración, créame que eso me frustra un tanto, y me llena de desdicha”-
-“¡¿De desdicha?! ¡Válgame el cielo! ¡Si así le han recibido los concejales
¿Cómo le recibirá el resto de los aldeanos, pueblerinos insulsos?!”- Algercito
ve a Sabine con extrañeza, él sabe que ella sabe dónde está, solo que el
puerquito organizador no fue informado de lo mismo –“¿No cree, su majestad que
su ausencia no solo es una imprudencia, sino un insulto?”- -“Señor, yo creo que
Maul debe de haber tenido algo extremo que hacer si no ha venido al festejo
para el que trabajó toda su vida”- se entromete Algerito –“Concejal Alporsky,
no se entrometa por favor, deje a nuestra invitada principal que exprese el
coraje que la ausencia pudiera causarle, no le privará de una venganza que la
mera aflicción merece ¿o sí?”- Dice el Alcalde alejando al puerquito concejal.
Lulú solo observa sin decir nada. –“¿Una venganza?”- dice Sabine apenas
entendiendo qué sucede y qué había provocado –“¿Una venganza solo por
inasistir?”- -“Su dedidad, mire a su alrededor ¿a poco cree que todo este
esfuerzo merece la ingratitud de alguien que juró dedicar su vida a este
momento? Usted no puede ser tomada a la ligera… Finalmente, si usted nos creó,
usted puede destruirnos”- -“No quiero destruirlos, señor Alcalde, estoy muy contenta
gozando de toda esta celebración en mi nombre… Seguramente el Concejal Maul
tiene un motivo bastante importante para ausentarse”- -“Ningún motivo es tan
importante como para hacerle una grosería de semejante tamaños, mi lady”- -“Oh,
pero no ha sido ninguna grosería”- Responde Germán calmado mientras entra en
escena seguido por una carroza jalada por seis enanos cabezones; la carroza
repleta de tambos; el Alcalde voltea fúrico hacia el atrasado –“¡Llegando tarde
al máximo de los festejos, si fuera por mí, tu castigo sería la muerte!”-
Interrumpe su coraje, y con una risita hipócrita voltea a ver a Sabine y
concluye su sentencia diciendo –“Pero claro, su señoría, ahora ya no depende de
mí, ahora depende, enteramente su sensato juicio creador, su benevolencia, su
temple castigador y su sabiduría genética omnipresente”- -“¿Dónde estabas Concejal
Maul?”- Pregunta Algercio un tanto angustiado; Sabine se preocupa de que vaya a
decir la verdad de a dónde le había enviado. Germán contesta felizón –“Pero
claro que tengo un motivo de peso para ausentarme del comienzo de tan
importante celebración ¿Porqué creen que me perdería la fiesta más grande del
milenio?”- -“¿Porqué Concejal Maul?”- Insiste Algercito esperando una respuesta
que le costara un castigo ante el evidentemente enfadado líder de la aldea
–“¿Pues qué motivo sería tan importante para llegar tarde si no era hacer una
visita a la aldea de los enanos para pedirles que surtan a nuestra querida
aldea de vino y cerveza?”- Algercito sonríe, luego Lulú, luego Sabine. El
Alcalde sabe que miente, Pigette también, pero ambos mienten al consejo con
sonrisas mal hechas –“Jajaja, por supuesto que la cerveza es importante, pero
justo ahora dictaminábamos si tu atraso ameritaba castigo de muerte, exilio,
traición o qué, mi querido Concejal Maul”- Dice el Alcalde en espera de una
respuesta inesperada –“¿Es eso cierto mi querida creadora? ¿Seré castigado por
mi retraso? Si así lo decidiera, sabe que abrazaría su juicio con humildad y
gracia”- dice Germán mientras hace una respetuosa reverencia. Sabine responde
–“¡No! ¡Claro que no! Nos has dado un motivo más que justificable no llegar al
comienzo de la fiesta, que por muy genial que haya estado, sin vino y sin
cerveza el resto de la celebración no tendría sentido alguno. Revoco cualquier
sanción que los aldeanos crean ameritaba la tardanza del Concejal Maul”-
-“¿Había sanciones por tardanzas?”- Dice indiscretamente Lulú, Algercito
contesta –“No, no las habí…”- El Alcalde le interrumpe exclamando –“¡Siempre
las hubo! Si nadie las recuerda es porque seguro nuestra creadora les ha
borrado ya las mentes para no generar prejuicio contra nuestra tardado”- -“¿Nos
borró la mente, señora?”- dice anonadada Lulú; antes de que Sabine le conteste,
el Alcalde responde alzando la voz para no darle oportunidad de negar –“¡Claro
que lo ha hecho! ¡Tiene poder para eso y para lo que le venga en gana! Claro
que en su misericordia y gracia, nuestra creadora jamás podría admitirlo ¿no es
así mi lady?”- Sabine iba a contestarle, pero nuevamente le gana la
continuación, contestándose solo su pregunta –“¡Claro que es agraciada, todos
lo sabemos! ¡Y en el nombre de ésta gracias brindaremos y festejaremos la noche
entera! ¡Viva nuestra reina! ¡Viva la Sra. Misfit!”- -“¡Viva!”- Claman todos
menos Sabine, Algercito y Maul. –“¡Pues bien, ¿Qué esperamos? A fiestar!”- dice
el Alcalde siendo llevado hacia el resto de los aldeanos que se levantan y
comienzan a hacer filas para que los enanos les sirvan cerveza.
En primer plano quedan Sabine y
el consejo. Lulú les observa y voltea a ver el carruaje, y les vuelve a ver, y
luego al carruaje, y así un par de veces más, hasta que Maul le dice –“¡Ve por
tu cerveza, nosotros podemos atender a la creadora!”- Lulú exclama un “yupi” y
corre a formarse con el resto de los aldeanos.
-“¿Dónde estabas Maul?”- dice
Algercito preocupado, pero antes de tener respuesta de Germán, éste voltea a
pedir aceptación de Sabine de compartir el secreto, ella accede –“Estaba
buscando datos para Misfit, recién llegó me encargó que checara cada detalle
por más insignificante que este fuera para conocer cada punto de la aldea”-
-“Ya lo conocíamos, no hay mucho que describir más que lo que se ve a la
vista”- -“No, el Alcalde guarda más secretos de los que uno creería, encontré
detrás del mueble de su sala una bodega repleta de puertas que eran imposibles
de ser abiertas; no obstante, creo que si no han de abrirse es por algún
conjuro del Rey Mago para que solo Misfit las pueda abrir”- -“¿Yo? Créanme que
ustedes me tienen en una estima que ni yo comprendo. Seguro que me siento más
feliz y completa que nunca, pero no tengo tanto poder como ustedes creen… Por
eso mismo sigo confiando en ustedes mi estadía aquí”- Ninguno de los dos le
cree, comienzan a creer que la humildad de la que habló el Alcalde puede ser
verdadera. Algercito continúa –“Además
¿porqué el Rey Mago no nos dijo nada de esa sala secreta?”- -“El Alcalde tiene
más respuestas a preguntas que ni siquiera se nos ocurrieron a nosotros aún… El
Rey Mago era muy misterioso en todos los sentidos posibles ¿no crees que el
municipio guarde algún secreto privado que nuestras familias nunca
conocieron?”- -“¿Porqué el Rey Mago confiaría más en el municipio que en las
familias que respaldamos su legado generación tras generación?”- -“Las verdades
del Rey Mago eran más irrespondibles que cualquiera de las preguntas que nos
hayamos formulado durante toda nuestra vida”- -“Eres más profundo aquí de lo
que nunca fuiste en mi otra realidad”- Interfiere Sabine, pero a ellos no
parece importarles su acotación… o más que no importarles, como no entienden el
comentario no quieren verse groseros con la “creadora” –“Esa sala es un
misterio mayor a cualquiera que nos hayamos enfrentado, y encontrarla justo
hoy, 25 de abril, eso lo hace más y más misterioso de lo que se me ocurriría”-
dice Algercito meditando, volviéndose todo un detective. Germán añade –“Debo
investigar más… hoy, que hay fiesta planeo buscar en las bibliotecas
municipales por esa información faltante”- Entonces llega Lulú con dos tarros
de cerveza; Germán le pregunta –“¿2 Tarros?”- -“Uno es para la Sra. Misfit,
para que no se tenga que formar”- Responde ella y le entrega su tarro a Sabine,
ella agradece comentando –“Oh… muchas gracias ¿cómo sabías que odio formarme?”-
-“Fui educada para venerarla y servirla por siempre; ahora que tengo la gran
oportunidad no la quiero desperdiciar”- -“Las mejores palabra que me han
dicho”- Sonríe y toma un trago a su cerveza –“¿Ustedes dos no van a ir por un
trago para festejar?”- Hacen gestos incrédulos, pues nunca creerían que ella
les invitara a ser parte de una fiesta –“¿Qué? ¿No les gusta la cerveza?”-
-“Nadie nunca nos dijo que festejáramos… Solo teníamos la instrucción de
organizar”- dice Algercito –“¿En serio? ¡Vayan! Por el amor de dios, son más
raros aquí que en el mundo de donde vengo”- Extrañados, Algercito y Germán
caminan hacia la fila de los aldeanos alejándose lentamente. Lulú les ve, y
voltea a ver a Sabine, y luego a ellos, y después a la “creadora”; ésta le dice
–“Ve con ellos, acompáñalos, ahorita podemos platicar y fiestar juntos hasta la
madrugada”- Lulú se emociona y corre con ellos. Mientras se aleja Germán le
dice a su acompañante –“De todos modos pretendo infiltrarme a la biblioteca,
más noche”- -“Creo que es lo mejor que puedes hacer”- -“Ahora probemos la
cerveza y veamos porqué tanto alboroto”- dice Germán justo antes de llegar a
formarse con el resto.
Sabine queda sola a los pies de
la estatua, contempla a los festejantes y se dice –“Así que este reino lo
construí yo… Qué extraño… No sé qué demonios está sucediendo”- Un festejante
con máscara tribal m´bah se le acerca y dice –“Qué bella noche para festejar
¿no lo cree su alteza?”- -“Sí, es un festejo como ninguno al que haya asistido,
uno como siempre soñé”- El enmascarado no tiene el disfraz que los danzantes
llevaban, éste trae una gabardina vieja con parches en los codos, como alguien
a quien Sabine ya había conocido antes; tiene consigo un tarro se cerveza
también –“Seguro solamente imaginó la posibilidad de un mundo perfecto ¿no, su
alteza?”- -“Salud Nostromo, sabía que vendrías a una fiesta si era de este
calibre”- -“Lo sabías porque ya entendiste que tú la organizaste”- -“No, en
realidad no entiendo nada de lo que ha pasado esta noche”- Da un vistazo a todo
a su alrededor y aún no llega a vislumbrar las maravillas que hay en la aldea;
sigue atónita. Nostromo da un sorbo a su cerveza y menciona –“Es muy bella esta
realidad a la que te has llevado, valió la pena abandonar a tu madre para
visitar dichoso lugar como este”- -“Mi madre ¿la conoces?”- -“Claro que la
conozco Sabine. Ella se quedó donde la existencia parece un lugar más estable”-
-“No había pensado en ella desde que llegué aquí”- -“Y no lo hagas, mejor,
arruinaría tu estadía… mejor toma la cerveza que ni siquiera has probado”- -“¿puedo
decirte algo Nostromo? ¡Pero promete que no te burlarás!”- -“¿Qué pasa?”- -“La
única vez que probé la cerveza fue porque mi tío Marcos, el hermano de mi mamá,
me dio un trago cuando tenía ocho años… Recuerdo que no me gustó, pero siempre
soñé que en la fiesta perfecta tomaría como vikinga y fiestaría hasta que el
sol me calentara con sus rayos de primera hora”- -“Si no quieres tomar, no lo
hagas”- -“No, sí lo quiero”- Da un trago a la cerveza, un trago grande, se
atraganta –“Con calma niña, con calma”- Tosiendo, Sabine le responde –“Wow,
ésta es la bebida más deliciosa que hay probado”- -“No eres tan tonta como para no darte cuenta
que casi todo lo que está en este lugar está hecho para causarte satisfacción
¿o sí? Eres una diosa, ten el temple de tal”- Sabine sigue tomando emocionada;
Nostromo da un trago más pequeño y dice –“Realmente no vine para festejar tu
llegada, temo decirte…”- -“¿Ah, no? ¿Entonces porqué apareciste tan pronto?”-
-“Porque empezaste a mover las fichas y me preocupa lo que pudieras hacer”-
-“¿A qué te refieres?”- Toma un trago y se interrumpe abruptamente –“¿Querías
que el Alcalde castigara y matara a Maul? ¡No! ¡Ni aquí ni allá afuera dejaría
que alguien le hiciera nada! ¡No lo permitiré!”- -“Calma Sabine, calma, déjame
hablar y sabrás a lo que me refiero”- -“Me has llamado Sabine, no Misfit, nadie
me había llamado así desde que llegué aquí”- -“A veces es necesario oír tu
nombre para poner los pies en la tierra”- -“Disculpa, ¿a qué te referías?”-
-“Sí era sobre Maul, pero no sobre su ejecución… sobre las leyes haz lo que tú
quieras hacer, tú los creaste, tú los puedes eliminar”- -“Pero yo no los…”-
-“déjame decirte niña, y luego sigues molestándote en ser modesta”- -“sí,
perdón”- -“La ficha que has movido es Maul, y no por evitar su muerte, si no al
afrontarlo a la realidad de las puertas que yo antes te mostré”- -“Yo no sabía
que hallaría esas puertas, y cuando nos contó no imaginé que eran del mismo
tipo de puertas que tú me mostraste”- -“No es exactamente lo mismo, pero sí
similares… y si el Rey Mago no les contó es porque el Rey Mago no sabía que las
puertas estaban ahí”- -“Conoces más de este lugar de lo que dices conocer”-
-“Un poco, pero el caso de mi aparición no es para contarte de dónde y porqué
manejo las puertas que conoces… solo he venido a advertirte que yo te mostré la
mejor puerta a la que debías entrar, si entras a otras que no debieras los
resultados no serán los mismos”- -“¿porqué entraría a otra? Todo aquí es
fascinante”- -“Pero si alguno de tus amiguitos entrara no te garantizo que
puedan regresar”- -“Oh… comprendo… empiezo a entender a dónde te diriges”-
-“Ten cuidado Sabine, que estás a la orilla de una decisión que aún es posible
de evitar”- -“Ok Nostromo, gracias por el consejo, lo tomaré más que en
cuenta”- -“Debo dejarte para que te diviertas en tu celebración”- Acaba el
resto de su cerveza de un trago –“¿Hay algo más en lo que pueda ayudarte por
ahora? ¿Alguna pregunta más superficial en la que creas que puedo ser bueno
respondiendo?”- -“En realidad sí la hay… Pensaba preguntársela a Alger o a Maul
cuando volvieran, pero ahora que estás aquí creo que tienes más posibilidad tú
de saber la respuesta que ellos”- -“¿Cuál es la pregunta?”- -“¿Porqué 25 de
abril?”- Nostromo tuerce la boca y le responde –“Niña, si tú no sabes la
respuesta, no puedo ser yo quien la responda tampoco. Buenas noches nuevamente,
su majestad”- Nostromo desparece en las sombras, entre la gente que festeja.
Algercito, Germán y Lulú regresan a ella; todos beben felizmente; Sabine se da
cuenta que se le había terminado la cerveza –“Vaya… Apenas vuelven y yo ya
tengo que ir por otra cerveza”- -“No, no tiene, su majestad”- exclama Lulú y le
muestra que ella trae dos cervezas, una se la da a su “reina”. Sabine les pregunta a los hombres –“¿Y sí les
gustó la cerveza?”- Algercito contesta –“Es amarga pero sabrosa, tal como la
describieron nuestros padres”- -“Sigo creyendo que es la bebida de las masas,
seguro en algún lugar haya alguna bebida con mayor caché para alguien como yo”-
dice Germán; Sabine le contesta –“En mi mundo se llama whiskey”- -“Vaya,
háblame más del susodicho whiskey”- -“Claro, vamos con la gente me gustaría
conocerlos”-
Los cuatro se alejan del primer
plano mezclándose entre los aldeanos, van platicando mientras el cielo deja ver
estrellas cada vez más brillantes que de un momento a otro empiezan a convivir
con fuegos artificiales. Las luces de la escena se van perdiendo entre la
música y las pequeñas luces de las casas con cara de cerdo. El telón baja poco
a poco a la par de la intensidad lumínica.
Nuevamente se enciende la luz, ya
con un silencio completo, y frente al telón se muestra una sala y cocina
montada, hay una mesa donde está un pastel con una vela de colores encendida y
repartidos se encuentran cuatro platitos vacíos, de cuatro sillas del comedor,
tres están ocupadas, una por Kevin, otra por Juan Carlos, la otra por la
mamá. Los tres están callados viendo el
pastel, tristes, hasta que Kevin dice –“Mamá ¿ya podemos apagar la vela y comer
el pastel? No creo que llegue hoy tampoco”- -“No creo que llegue hoy por acto
de magia, mi amor”- Ayuda Juan Carlos –“Debemos de confiar en que la policía la
encontrará”- -“Sí mamá, es tu cumpleaños”- La mamá está más que triste, los 25
de abril nunca habían salido como ella deseaba, pero era Sabine la que más
feliz la hacía. Una lágrima le sale –“Nunca debí regañarla… Yo solo quería ser
linda con ella, de haber sabido lo que provocaría, me hubiera abstenido ¿qué me
costaba?”- -“No es tu culpa que se hay escapado de la casa”- dice Juan Carlos,
y ella menciona –“Pero ¿porqué se escaparía un día antes de mi cumpleaños?”-
Suelta en llanto. Kevin y Juan Carlos la miran con tristeza sin saber qué decir
–“¿Qué tal si le llevé la sorpresa porque ilusamente creí que así me regalaría
algo hoy? ¿Ella sabía que era 24 de abril? Ella nunca olvidaría mi cumpleaños…
Ella no era así”- Juan Carlos toma sus manos buscando confortarle –“¿Qué debo
hacer Juan Carlos? ¿Qué debo hacer?”- Llora. Juan Carlos trata de contestarle,
pero más que ayudar balbucea nadas sin sentido –“Oh amor, y ahora, peor que
nunca, siento que talvez si tú y yo no nos hubiéramos conocido, talvez nunca
hubiera huido de la casa, y siento tanta culpa al pensarlo, pues ahora tú estás
aquí apoyándote, y ¿qué culpa puedes tener si nos has hecho nada más que
brindarme todo tu consuelo y amor? Me siento terrible Juan Carlos, dime ¿qué
puedo hacer? ¿qué hice tan terrible para provocar que mi primogénita se portara
conmigo de esa manera? ¿porqué nos hizo esto?”- -“No llores mamá”- Pide Kevin a
su madre al montar su mano sobre las de Juan Carlos y ella.
La escena nuevamente va tornando
a negros mientras ella les exclama a sus hombres –“¿Qué debo hacer? ¿qué debo
hacer?... Sabini, te extraño tanto, tanto, tanto…”- El comedor desaparece por
completo entre las sombras.
ACTO III: LA ALDEA
El telón continúa abajo, las
luces van encendiéndose poco a poco. De detrás de éste se escucha la voz del
sol –“¿Hola? ¿Hola? Ya es tarde ¿porqué continúan todos dormidos? ¿Hola? ¿Hay
alguien despierto? ¿Hola?”- Comienza a subir el telón dejando ver basura por
todos lados, tarros de cerveza botados, uno que otro cerdito y algún honguito
tirado por ahí. El telón sigue subiendo y se ve que ya ha amanecido,
efectivamente como el sol decía. –“¡Dios mío! ¡Qué desastre! ¿Hay alguien
despierto? ¿Hola? Vaya fiesta la de ayer”- Un armadillo entra por el lado
derecho barriendo, el sol le observa y le pregunta –“Buenos días, Sr. Armadillo
¿Sabe a qué hora terminó la parranda?”- El armadillo sigue barriendo ignorando
al sol, sigue moviéndose barriendo hacia el lado izquierdo –“¿Hola? ¿Puede
escucharme? ¿Sr. Armadillo? ¿Me escucha?”- él continúa ignorándolo –“¿Sr.
Armadillo? ¿No piensa hacerme caso? ¡¿Sr. Armadillo?”- Mientras el sol sigue
llamándolo, el barrendero continúa ignorándolo, solo que luego de unos momentos
de terquedad, el armadillo se harta de tanta necedad y voltea a reclamarle
–“¡¿Qué no ve lo mucho de trabajo que tengo?! ¿No me puede dejar trabajar el
paz por un momento?”- -“Vaya, ningún aldeano me había respondido de esa manera”-
-“Déjalo sol, es que nunca había tenido que limpiar tanto relajo”- Entra Germán
sobándose la cabeza. –“¡Concejal Maul! ¡Qué gusto ver a alguien educado y
conocido por esta zona de desastre!”- -“Como siempre, sol, el gusto es mío”-
-“¿Qué sucedió anoche? ¿Porqué dejaron la aldea así?”- -“Tanta cerveza, tanto
apasionamiento, todos perdieron la cabeza en un boom de emoción general… ojalá
hubieras estado ahí para verlo”- El sol tuerce la boca con una positiva
envidia; le pregunta al cerdo –“¿Y porqué usted es el único despierto?”- -“Yo
solo tomé un tarro de cerveza y tuve que hacer algunas tareas”- -“¿Tareas?
¿Tareas en medio de la celebración?”- -“Parece que eran más importantes de lo
que uno creería… Tuve que ir a la biblioteca municipal de infiltrado a buscar
información sobre una habitación secreta que se haya en la casona de la
alcaldía, pero no hallé nada… en general los libros que hay son sobre las
enseñanzas del Rey Mago y los títulos de propiedad de nuestras casas y nada
más… ¿De casualidad tú, que has vivido desde tiempos antes del tiempo, sabes
algo sobre esa habitación secreta?”- -“¿Una habitación secreta? Mmm… Temo
decirle, concejal, que debido a mi tamaño jamás he podido entrar a ninguna de
las casas”- -“Te entiendo, sol”- -“Ehmmm… pero talvez si me describes que viste
dentro de la habitación pueda referirte a alguna de las conversaciones que he escuchado”- Ambos
voltean a ver al armadillo, que casi sale de la escena por el lado izquierdo;
él les ve, se enfada y se va, se pierde entre los arbustos a la orilla de la
escena. Una vez que ya no está en cuadro, Germán le dice –“Dentro de la
habitación no hay nada, es un medio círculo con muchas puertas imposibles de
abrir, solo eso, yo entré por una puerta oculta detrás de un mueble de la sala
del alcalde… Traté de abrir cada una de las puertas internas, pero ni una sola
pude abrir… Escuché ruidos y escapé de ahí, al salir rodeé la casa para ver por
fuera la pared de la sala, pero pareciera que las puertas no llevaban hacia
ningún lugar, como si fueran decorativas meramente… sin embargo, si solo son
decoración ¿porqué estarían ocultas detrás de un mueble que nadie se molestaría
en mover”- -“¿Y tú cómo decidiste checar detrás de ese mueble específicamente”-
-“Lo último que me dijo el Mago antes de partir fue que cuando Misfit regresara
ella me requeriría para labores de reconocimiento, por lo que creció mi sentido
de intuición con uno de sus hechizos locos del libro de los encantos”- -“¡El
libro de los encantos! ¡Hace años que no oía a nadie mencionarle!”- -“¿Tienes
alguna idea de qué son esas puertas, a dónde llevan y porqué el alcalde las
mantiene ocultas?”- -“Mi estimado concejal, esa es una pregunta difícil de
contestar, pero algo me dice que no es imposible de hacerlo… Creo conservar
algún recuerdo clave para la respuesta a la interrogante, pero debo meditarlo
bien, porque si lo que has dicho es entera realidad, algún peligro pudiese
significar para nuestra emperatriz”- -“Piénsalo hoy sol, yo seguiré
investigando y al atardecer nos vemos para comentar si alguno de los dos halló
respuesta a lo que buscamos… Solo espero que no exponga a Misfit a alguna treta
municipal mientras tanto”- -“¿Ahora a dónde irás?”- -“Buscaré una aspirina para
mi dolor de cabeza… Esa cerveza sabía deliciosa, pero la resaca era algo que
solo había conocido por libros que el Rey Mago nos hacía leer, nunca en carne
propia”- -“Jajaja, ve, cúrate y nos vemos al atardecer… Prometo que me quedaré
pensando”- Germán sigue su camino y sale de escena.
La escena se torna negra y una
luz circular enfoca el arbusto por donde el armadillo salió, de ahí, de detrás,
emerge éste. –“¿Una habitación secreta en la casa del alcalde? ¿De qué estaba
hablando?”- Se quita su máscara de armadillo revelando que era Piggette quien
les había estado espiando –“Ni yo sabía de esa habitación… ¿qué clase de
secreto tiene el alcalde?”- Pigette se
hunde nuevamente tras el arbusto y la luz prende rápidamente.
Ahora en la escena muchos hongos
y cerditos ya se encuentran limpiando el desorden de la fiesta, de un lado
entra Sabine, por el otro Algercito, al verla, éste aclama –“¡Su majestad!
¡Buenos días! Esperaba verla pronto para decirle el itinerario para hoy”-
-“Buenos días Alporsky ¿cómo dormiste?”- -“Honestamente no muy bien, pero es
que tampoco había tomado una cerveza en mi vida”- Se soba la cabeza, sonríe y
continúa –“Pero eso no importa ahora madame… lo que importa es que le diga
porqué todo el pueblo se ha puesto a limpiar la aldea cuán rápido como puedan”-
Sabine soba su cabeza y desenreda su cabello –“¿Porqué Alpy?”- -“¿Alpy? Me
gusta ese apodo”- Se sonríen –“Pues la fase 2 del festejo es el desayuno”- dice
Algercito y continúa –“El Rey Mago encomendó al consejo la organización de la
fiesta, pero se dice que al Alcalde directamente le encargó la hechura del
desayuno”- -“¿Porqué específicamente a él”- -“El Alcalde ama los desayunos”- -“¡He
llegado y no veo la mesa puesta! ¡He llegado y no veo la mesa puesta!”- Reitera
gritando una y otra vez el Alcalde mientras ingresa a escena en su trono con
sus esclavos y Pigette muy cerca de él.
Los limpiadores se apresuran en
su tarea, y del lado derecho entra el equipo de Mis´d-Fut con una larga mesa
con un mantel cuadriculado blanco con rojo. Lo colocan frente a la estatua del
Rey Mago, e inmediatamente entran otros puerquitos a acomodar las sillas para
cada uno de los invitados al gran desayuno. Los esclavos acomodan al Alcalde en
la parte central de la mesa, ponen un trono más pequeño a su lado, Pigette
queda del otro lado del Alcalde; puerquitos meseros corren hacia Sabine y la
jalan hacia el alcalde –“¿Qué? ¿Qué hacen? ¡Déjenme!”- Pero los jalantes le
ignoran y la alejan de Algercito hasta casi a rastras llevarla al pequeño trono
junto al Alcalde –“Buen día, mi lady emperatriz”- dice éste entre jadeos –“¿No
está hambrienta por el desayuno? Yo siempre lo estoy”- Se limpia la baba que le
escurre cada que menciona la palabra “desayuno” –“Buenos días señor Alcalde, no
pensé verlo tan temprano después de tanto bailoteo de anoche”- -“Jaja, mis
esclavos nunca se cansan de jalar mi trono, para ellos siempre es un placer, y
moverlo de un lado al otro para ser la sensación de la fiesta debió de haber
sido el más grande honor en sus carreras… Si un día decidiese, como yo, que
caminar es la peor estafa de la naturaleza, con gusto le consigo algunos
puerquitos para esclavizarles y le muevan su trono hacia donde usted desee…
Créame, es la mejor decisión que un dirigente puede tomar… Y ahora que usted se
prepara para ser la líder de la aldea, debe empezar a definir qué clase de líder
será”- El Alcalde y Sabine platican mientras los meseros colocan platos, vasos,
servilletas, traen el pan, jarras de jugo de naranja, jarras con café; ponen la
mesa con una devoción como en ningún restaurante que recordemos. –“Aún no he
decidido qué clase debería ser… incluso no he decidido si realmente seré
dirigente de la aldea… aún no sé si me quedaré por un tiempo o me quedaré para
siempre”- La sorpresa del Alcalde es real –“¿En serio? ¡Vaya, eso sí que es una
noticia!”- Jala a Pigette para que oiga lo que dice –“Sí, aún no sé si me
quede… llegué aquí y ha sido la más maravillosa aventura en la que me haya
apuntado; pero he dejado a mi familia atrás, y pese a que son bastante
fastidiosos, aún no sé si es sabio de mi parte abandonarlos para siempre”- -“Toda
decisión que usted tome es la más sabia e inteligente que hayamos escuchado mi
lady emperatriz ¿no es así Pigette?”- Pigette reitera la declaración de su jefe
meneando la cabeza; Sabine les va conociendo y no confía en ellos, se levanta
de su trono –“¡¿A dónde va?! ¿No se va a quedar a desayunar?”- Exclama alterado
el Alcalde –“Voy a lavarme las manos, no sabía que el desayuno ya iba a estar y
solo salí a saludar a Alpy”- -“Ohhh… disculpe mi exabrupto, cuando se trata del
desayuno uno toma posturas inimaginables… ande, ande, vaya a lavarse sus
manitas tan bonitas, Pigette y yo nos cercioraremos de que ningún mesero
ingrato le escupa a sus alimentos”- -“Ehm… este… gracias”- Sabine se aleja de
la mesa hacia donde Alpy había permanecido desde que el Alcalde interrumpió su
plática, y se va con Sabine señalándole dónde podía lavar sus manos.
-“¿Has oído eso, Pigette? No sabe
si planea quedarse”- -“Señor, hay algo que debo decirle y no había podido
hacerlo”- -“¿Qué? ¿Es algo grande? ¿Es algo peligroso?”- -“En realidad es algo
intrigante”- El Alcalde cambia su postura al colocarse su mano izquierda debajo
de su axila, y su mano derecha acariciando su mentón, su gran mentón –“Dímelo
Pigette, ¿qué es eso que tanto te intriga?”- -“Señor, esta mañana escuché al
concejal Maul hablando con el sol”- -“¿Con el sol?”- El alcalde voltea a ver el
sol y le ve distraído, pensando aún en lo que había hablado con Germán; baja el tono de voz y habla misteriosamente
–“Shhh… está distraído, pero si hablamos en voz baja es posible que no se dé
cuenta que los estuviste fisgoneando”- -“¿Fisgoneando? Usted me mandó en una
tarea de detective, soy su espía personal”- -“Detective, espía, fisgón… como lo
quieras llamar, dime ¿qué escuchaste?”- -“La emperatriz le encomendó la tarea
de reconocimiento de la aldea, el concejal parece haber sido embrujado por el
Rey Mago con el poder de la intuición, pues estaba destinado a servirla a la
emperatriz de esa manera, y lo que halló fue lo que a mí me intrigó, pues ni yo
mismo sabía de la existencia de eso”- -“¿De eso? ¿Qué es eso, Pigette?”- -“Una
habitación con puertas”- -“¿Una habitación con puertas?”- -“Escondida en su
sala”- El gesto del alcalde cambia a sorpresa a la defensiva, comienza a jadear
más y a alterarse, pero llegan las porristas, el equipo de Mis´d-fut y
finalmente Sabine con todo el consejo. –“Hablamos más tarde”- dice entre
dientes el Alcalde.
Rápidamente los invitados se
sientan a la mesa mientras los meseros llegan con grandes cacerolas con
alimentos que el alcalde mandó hacer. Abren las cacerolas, y el Alcalde exclama
vociferante –“¡A comer se ha dicho!”- Sin esperar que nadie agarre sus
cubiertos o si quiera oliera su desayuno, el alcalde se empina a devorar una de
las cazuelas que habían colocado frente a él. Al resto de los comensales se les
fue sirviendo el desayuno en su plato lenta y ordenadamente. El desayuno
constaba de huevos revueltos con jamón, salchicha y queso, acompañados por
fruta cortada y su respectivo jugo de naranja. Quienes van probando sus
alimentos en efecto confirman el delicioso sabor del que quien seguía
engullendo salvajemente había mencionado; pero la opinión que más le interesaba
a los aldeanos era la de Sabine, quien justo antes de probar provoca las
miradas de todos los asistentes para ver su reacción, y como era de esperarse
es –“¡Wow! ¡Sí que está delicioso! Ahora comprendo porqué el alcalde ya ni nos
voltea a ver”- El mencionado ni se inmuta, sigue devorando –“¿Porqué este huevo
sabe tan delicioso y diferente?”- Trooper le responde –“Es que es huevo de
Paraser, un ave gigantezca a la que cazamos en las temporadas de caza”- -“Cazan
en temporada de caza…”- Germán y Maul sí entienden el pleonasmo que Sabine
había enfatizado, se voltean a ver sonriendo, sabiendo qué acababa de suceder
–“Sí, pero ahora no es temporada de caza, los paraser vuelan al norte a
protegerse del calor”- continúa Trooper –“Los huevos los dejan los paraser en
sus nidos durante todo el año y de ahí nos abastecemos los aldeanos para comer
nuestros desayunos, la comida favorita del alcalde, y por lo tanto nuestra
comida favorita también”- -“Es tan lindo y es tan sabio ¿no?”- Añade Eloy
comentándole a Alvin. –“Pues es delicioso cómo queda y les entiendo porqué dan
tantísima importancia a los desayunos”- dice Sabine, y Germán le menciona -“Es
algo instituido por el alcalde, en realidad no está implícito que el desayuno
deba ser el alimento predilecto para los aldeanos. Generalizarlo incluso lo
vuelve un poco ofensivo”- -“Oh, no intentaba ofenderte Maul”- -“No lo decía por
usted, su alteza”- Voltea a ver al Alcalde y éste finalmente saca la trompa del
plato y le voltea a ver a él, enfadado.
Algercito añade el dato cultural
–“El paraser es el ave emblemática de nuestra al…”- -“¿Terminando el desayuno
ya sabe qué hará, mi lady emperatriz, o es parte de su indecisión con respecto
a su estadía?”- Interrumpe el alcalde con la boca llena. Sabine ve a Algercito,
apenada –“En realidad hoy sí pretendo quedarme, mi decisión la tomaré pronto
pero no tan pronto”- -“Sabio…”- Lulú interrumpe al alcalde diciendo –“pero no
tan sabio”- Todos la ven feo. El Alcalde prosigue –“Decía, sabio de su parte,
señora, si me permite, si desea conocer a estos dichosos animales de los que
usted habla, puedo hacer que Pigette traiga uno para su conocimiento”- Todos
los presentes se sorprenden de la oferta –“Oh ¿No se los había mencionado?
Conservo uno como mascota por si llegara una visita ajena a toda la cultura de
la aldea”- -“Pero su naturaleza es volar hacia el norte, este clima es muy
cálido para su plumaje”- -“Concejal Alporsky, Alpy, perdón, es así como lo ha
renombrado nuestra reina ¿no es así? Concejal Alpy, usted tiene demasiada fe en
los procesos de la naturaleza, pero vea nuestra intervención en esta y dígame,
¿de habernos mantenido al margen de la madre naturaleza podríamos tener este
delicioso desayuno?”- -“Pero incluso la temporada de caza fue agendada de
acuerdo a la temporada en la que más paraser hay, la caza es nuestra inclusión
en el ciclo de vida de la aldea… tener un paraser de mascota interfiere con los
ciclos”- -“Pues fíjate, tanto ha intervenido, que lo tengo desde hace años en
un huerto a las orillas de la aldea, y mira cuánto ha cambiado los ciclos
naturales a nuestro alrededor”- -“Nada… Nada ha cambiado… Todo sigue siendo
como siempre”- Habla Britany –“Exacto princesa de belleza”- Germán le susurra a
Sabine –“Hubo un carnaval de belleza hace algunos meses y Britapig ganó”-
-“Oh”- El alcalde continúa –“Todo sigue perfectamente como siempre, de ser
diferente no solo no hubiéramos podido gozar de este magnífico desayuno, sino
la fiesta de anoche hubiera sido imposible de realizarse, ustedes, mis queridos
aldeanos saben cómo son de exigentes con el cuidado del medio nuestros amigos
enanos y nuestros amigos de la tribu m´bah, jamás hubieran aceptado venir a cumplir
sus compromisos con el Rey Mago si algo malo estuviese afectando a la
naturaleza”- Algercito y Germán no le creen en absoluto, saben que algo está
mal –“Además menciono a la creatura como mi mascota, y no mi prisionera, puesto
que mi paraser no es rehén en mi huerto, es parte de mi familia… Siempre feliz
de estar en su granjita siendo cuidada por los mismos esclavos que me
consienten y cuidan a mí”- A las porristas y al equipo de Mis´d-fut les
emociona la noticia de un paraser mascota –“Veo que les ha sorprendido mi
noticia ¿no es así? ¿quieren que les traiga el paraser para que le conozcan?”-
-“¡Sí! ¡Sí lo queremos ver!”- exclama Trooper, y sigue –“¿No te gustaría
acariciarlo Britapig?”- -“Claro que me encantaría, en las cacerías los vemos
tan de lejos, nunca creí que se pudieran tener de mascota”- exclama ella; el
alcalde añade –“Oh, pero no se pueden tener de mascotas, son silvestres, por
eso las cazamos en temporada; ésta, en cambio, es especial, yo le llamo Zamora,
la más lista de los paraser”- -“¡Wow! ¡Sí la queremos conocer!”- Exclama
Trooper nuevamente –“¿O no muchachos?”- Su llamado entusiasma al equipo
completo; no obstante le baja a éstas emociones añadiendo una muestra de
respeto a la invitada, la emperatriz –“Bueno, queremos si nuestra reina nos
permite querer… Si ella lo decide también”- Todos le voltean a ver para ver qué
respuesta dará –“Pues, creo que sí está bien que traigan a Zamora para que le
conozcamos”- -“¡Hecho! ¡Zamora vendrá a la aldea por primera vez para que
nuestra jefa y señora emperatriz conozca a nuestra adoradas aves paraser!”-
Exclama el Alcalde tras dar un zarpazo a la mesa. –“¡Pues entonces bien, si ya
tenemos qué hacer al rato, y ya no queda comida en nuestras cazuelas deberíamos
ir a nuestras casa para prepararnos para el encuentro ¿no?”- -“Señor, nosotros
tenemos platos, no cazuelas, y creo ninguno ha terminado aún”- -“Eso es
irrelevante Pigette, no podemos atrasar el evento más porque ni nuestra querida
invitada sabe cuánto tiempo permanecerá en la aldea”- Todos se desconciertan al
saber eso que antes ni el alcalde sabía, pero éste continúa –“El tiempo lo es
todo en situaciones como ésta”- -“Pero creo que ni nuestra emperatriz ha
terminado de comer aún”- añade Pigette temeroso –“¡¿No?! ¡¿No que le habían
parecido deliciosos los huevos?!”- dice el gran cerdo comenzando a enfadarse
–“No, señor Alcalde, pero no porque no me hayan gustado, simplemente como más
lento”- -“¿Entonces coincide con el señor Pigette de que necesita de más horas
para terminar su desayuno? ¿En serio quiere perder su valioso tiempo meneando
su cubierto en un huevo que más que observarse necesita comerse?”- Sabine se
incomoda un poco, pero amablemente dice –“Puedo comerlo llevándomelo en lo que
recogen la mesa –“¡Perfecto! ¡Perfecto, perfecto, perfecto!”- pega un par de
veces en la mesa por cada “perfecto” y continúa –“Que los meseros, esclavos y
honguitos quiten la mesa y vayamos a prepararnos para conocer a nuestra
espléndida Zamora; así que ¡Chop chop todos!”- Los meseros comienzan a jalar
las sillas para obligar a los asistentes a levantarse. Sabine se levanta de su
trono y alza con ella su plato con lo que le resta de huevo. Adela también jala
su plato para que no se lo lleven los meseros, pero a ella sí se lo arrebatan;
va a quejarse, pero Pigette se da cuenta y solo con la cabeza le advierte que
no lo haga. No lo hace, se resigna. Rápidamente los meseros se llevan las
sillas y los platos, y comienzan a quitar cada una de las cazuelas de la mesa,
incluyendo el mantel. –“Bueno, mi lady, me retiro a preparar a Zamora, la
pondré más chula y mansita de lo que nunca ha estado para que conozca a su raza
en la mejor de las situaciones”- Dice el Alcalde diplomáticamente e
inmediatamente después zapea a uno de sus esclavos para que emprendan la
retirada. Cada asistente hace lo mismo poco a poco hasta quedar solo el Consejo
y Sabine; y los meseros y honguitos que siguen limpiándolo todo, otra vez.
-“Eso está mal. ¡No puede haber
un paraser en cautiverio!”- Exclama Algercito; Germán le responde –“Con tanta
secrecía que el Alcalde está evidenciando honestamente no me sorprende…
Pareciera que la presencia de Misfit le altera verdaderamente; nunca le había
visto comportarse tan amable y… pues, loco”- -“¿Amable y loco? ¿Cómo?”-
cuestiona Sabine, Lulú menciona –“El Alcalde ama los desayunos, pero nunca
había puesto una mesa para los aldeanos, comía solo, dejando que talvez a veces
solo Pigette se sentara a su lado. Los esclavos le abanican regularmente, y si
alguien se acerca a la mesa le regaña y amenaza con cárcel”- -“Nunca se detiene
a ver cómo está nadie, más bien vigila a quién puede castigar”- dice Germán;
Algercito añade –“Y lo de los paraser se me hace extremadamente raro ¿cómo
atrapó y mantuvo con vida a uno? En las temporadas de caza de alcanza a matar
uno o dos y nos da de comer por meses; de cientos de paraser que aparecen, solo
se pueden dos, pues son muy difíciles de atrapar; el Rey Mago incluso me dijo
que su vida depende de su libertad… No sé qué clase de relación tuvo el alcalde
con nuestro verdadero Rey Mago, pero hay más misterio del que podría pensarse”-
-“Mi Lady Misfit…”- dice Germán a Sabine, pero ella le corrige finalmente –“Ya
dejen de llamarme Mi Lady, Madame y todo eso… Llámenme Misfit o llámenme
Sabine, ya me empezó a cansar tanta lambisconería, y más de su parte ¡Ustedes
son mis amigos!”- Lulú se emociona al oír esto, Germán continúa –“Misfit,
viniendo de otro mundo, otra realidad ¿tienes idea de qué puede ocultar el
alcalde? ¿porqué está siendo como está? ¿A dónde van las puertas? ¿Cómo podría
apresar a un ave inapresable?”- -“Lo de su comportamiento lo asumo a ese
mesianismo que me han asignado… les juro que no sé ni entiendo porqué dicen que
yo los creé… bueno, ya sé que el mago lo dijo, pero yo no conocí a ningún mago
cerdo antes… pero me desvío: su comportamiento obvio se debe a que cree que
tengo alguna clase de poder que le puede destituir, pero no lo tengo”- Lulú
voltea al fondo y ve que el armadillo es de los personajes que habían estado
limpiando el lugar –“¿Un armadillo?”- -“¿Qué dijiste Lulú?”- -“Hace mucho que
no veía un armadillo, y uno estaba entre los aldeanos de limpieza del alcalde”-
Todos voltean a ver, pero el armadillo ya se había ido. Germán dice –“Qué raro, yo también lo vi en la mañana… y
los armadillos no trabajan tanto…”- Sacude su cabeza y da pie con su manita a
que Sabine continúe –“Oh, sí, decía, es obvio que su carácter se debe a que
cree que yo lo puedo hacer caer, quitarle ese status que los aldeanos le
dieron”- El armadillo asoma su cabeza de detrás de un arbusto –“¿Del paraser?”-
pregunta Algercito, Sabine sigue –“De eso no sé… no tenía idea de la existencia
de estos animales, ni siquiera tengo idea de cómo son, cómo lucen…”- -“¡Son muy
grandes!”- exclama Lulú –“Magestuosos”- menciona Algercito, Sabine sigue –“Entonces
no sabría cómo hizo eso ¿no existe algún personaje del que no me hayan hablado?
Talvez recibió ayuda de alguien”- -“No puedo pensar en alguien capaz de atrapar
y mantener vivo a un paraser”- menciona Germán, concluyendo diciendo –“¿Y de
las puertas? ¿Se te ocurre de dónde salieron o a dónde pueden llevar? ¿Porqué
no las pude abrir?”- Sabine alza las cejas y piensa si es correcto contarles la
manera en la que llegó a la aldea, no sabe si es correcto o no, pero al
pensarlo suficiente creyó que tenerles confianza ayudaría a que generaran
verdadera confianza en ella, volverlos sus amigos como en el mundo real, y no
solo la servidumbre que ellos habían dicho que habían crecido para ser –“De las
puertas, pues…”- Nostromo la interrumpe tosiendo, sale de entre los árboles.
Inmediatamente Nostromo aparece,
Algercito y Germán se pasan delante de Sabine para defenderle; Algercito
exclama –“¡¿Quién es usted y dónde ha salido?!”- -“Usted no es un aldeano,
nunca le habíamos visto por aquí”- dice enfurecido Germán. Nostromo sonríe pues
le enternece su valentía. –“Calma muchachos, calma”- dice Sabine apartándolos
del camino –“Es Nostromo, es un amigo, y es perfecto en el momento en el que
llega, pues con él tiene que ver lo que les iba a contar”- -“Y es por eso que
he llegado, Sabine”- dice Nostromo, Lulú menciona –“¿Sabine? Qué raro nombre”-
-“¿Qué pasa Nostromo?”- pregunta Sabine, Nostromo responde –“Esas puertas que
tu amiguito encontró deben permanecer cerradas, por algo están ocultas como
están ocultas”- -“¿No es una conspiración del Alcalde?”- dice Germán en un tono
medio infantil –“No, pequeño Maul, no es una conspiración”- -“¡Sabe mi
nombre!”- -“Sabe el de todos, es un tanto creepy”- dice Sabine; Nostromo sigue
–“No puedo decirles más, solo les digo que no indaguen más; no metan las
narices donde no deben de buscar; créanme, se los digo de una manera amistosa y
más que nada por su bienestar. Esas puertas están cerradas y están ocultas por
la seguridad de todos ustedes. No quieren saber qué pueden encontrar más allá de
lo que pueden comprender”- Todos quedan boquiabierta –“Acabas de intrigarme
más”- dice Sabine. –“No, Sabine, ni se te ocurra ponerte de rebelde contra mis
palabras… Tuviste suerte al rebelarte contra tu madre, contra mis advertencias
no habrá nada que te lleve a paraísos idílicos; no pienso reiterarte mi
advertencia, niña”- -“¡¿Niña?! ¡Trate con más respeto a nuestra emperatriz!
¡Eh!”- le regaña Algercito, dando solo risa a Nostromo –“Pues, mejor preparen a
su reina para la llegada de ese espécimen del que le han estado hablando, el
paraser doméstico que tanta conmoción les causa”- -“También es tu reina”- le
dice Algercito entrecerrando los ojos –“¿No lo escuchan? Ya llega”- Sabine y el
concejo voltean hacia la derecha, que es de donde se escucha venir el sonido
del paraser, estridentes graznidos reverberantes. Nostromo da un paso para
atrás, surge neblina de fuera de la escena y se pierde en esta sin que los
otros se den cuenta de su salida.
Del lado derecho aparece el
equipo de mis´d-fut, las porristas y los esclavos jalando una gran caja, al
lado viene el alcalde en su trono, igualmente jalado por otro grupo de
esclavos. Todos gritan “duro, duro”, y al alcalde va guiando sus movimientos
con un aire de grandeza y altanería al que todos estaban acostumbrados. –“¿ahí
esta…?”- exclama Sabine al ver el tamaño de la caja; Algercito responde
–“Imagino q sí…”- -“Así es mi lady, ante usted tiene al único paraser
domesticado que la aldea haya visto. No sé si alguien más en algún otro lugar
del universo ha logrado domesticarle, pero al menos Zamora es evidencia
tangible que yo lo he hecho”- dice el Alcalde orgulloso de sus proezas. German
menciona –“Pero ¿cómo lo atrapó y domesticó si nunca se levanta de su trono?”-
Pigette sanciona –“Más cuidado con su tono, concejal”- -“¡Es enorme!”- se dice
Lulú. –“Y más enorme será su sorpresa al ver a la gran Zamora fuera de la caja,
señorita concejala Lupig”- dice el Alcalde, continuando –“¡Esclavos! ¡Aldeanos!
¡Liberen a la bestia!”- Los tirantes jalan las cuatro paredes de la caja y de
ésta emerge imponentemente Zamora, el ave paraser domesticada; el gran pájaro
mide el doble del más alto de los aldeanos, destaca en colores azules, aquas,
violetas y rosados metalizados, tiene
decenas de pies, en su plumaje toraxico se ven ojos pasibles, tiene una cola
similar a la de un pavorreal, pero pequeña comparada con el total de su cuerpo,
su cuello es largo y emplumado, la impresión en las plumas de sus alas
parecieran extraños dedos azul con morado, su cabeza con un plumaje moderado deja
salir de la parte superior tres largas extenciones de color naranja, y su
semblante se ve amistoso, pero sometido. Grazna. No se puede mover mucho pues
le traen encadenada. –“¡Contemplen a Zamora, la más bella de los paraser!”-
Grita el Alcalde –“En efecto, es hermosa”- menciona Algercito, Germán insiste
–“Pero ¿cómo logró atraparla?”- -“Es que no le he atrapado, el Mago siempre me
dijo que yo estaba tocado por los dioses, que era el líder elegido
naturalmente, y como cualquier animal, la nobleza nata de estos le hizo venir
sumisamente hacia mí, mostró pleitesía y se declaró mía, porque sabía que sería
el símbolo de mi superioridad divina…”- Los aldeanos le ven endiosadamente,
todos creen en sus palabras, él sigue –“Es por eso, mi lady, que su llegada me ha
causado tanta sorpresa y desestabilización, si fui elegido por las leyes de
naturaleza para guiar a mi aldea ¿qué sentido tendría la llegada de una mesías
inesperada?”- Germán y Algercito se van dando cuenta de las intenciones del
Alcalde –“Yo no soy su mesías, yo llegué aquí por causas desconocidas, y han
sido ustedes los que me han dicho su reina, ustedes son los que me han contado
las historias del mago y toda la mitología de su aldea; obvio no rechazaré que
un pueblo me adore como ustedes lo hacen, mucha falta me hacía, pues de donde
vengo como que a nadie le interesaba como a ustedes… pero lo de mesías es
demasiado para mí… Veo a su ave, y no se me ocurriría una manera para
atraparle, es increíble, si dice que el mago le nombró el líder de la aldea no
tengo objeción con que lo sea”- Dice Sabine, dejando una macabra sonrisa en la
cara del alcalde –“Eso es lo que quería que dijera, mi lady… que en su
magnánima inteligencia, comprendiera lo inevitable, que yo soy el líder
pre-asignado, y usted solo es una intrusa de ninguna parte, una falsa mesías”-
-“¡Hey! ¡Más respeto a nuestra emperatriz!”- exclama Algercito bastante
enojado, Sabine le toma del hombro y sigue –“No, una falsa mesías sería una
persona que dice ser una mesías y no lo es. Yo nunca dije que lo fuera, yo
nunca dije que fuera su líder, tú eres el que lo dice cada cinco palabras”-
Ahora el que se enoja es Pigette, quien apunta su dedo contra Sabine –“¡Más
respeto! ¡Falsa mesías!”- Mientras se van haciendo de palabras Zamora empieza a
agitarse más y más, jalando las cadenas de los esclavos –“Yo llegué aquí de
maneras inexplicables… Parece ser que quien hay sido su muy mencionado Rey Mago
les habló de mi llegada, como si estuviera escrita, pero yo no tenía idea que
llegaría aquí… ni siquiera sabía a dónde llegaría, estaba enojada, estaba
escapando, y de una u otra manera llegué a este lugar. Yo no soy una mesías, no
soy una emperatriz… Me dejé querer, claro; me dejé aplaudir, por supuesto; pero
jamás sería lo que usted quiere ser… Vea cómo tiene a los aldeanos, mire todo
el respeto que le tienen, ¡eso no es respeto! ¡Eso es miedo! ¡Les gobierna por
medio del miedo y la amenaza!”- -“Cierra tu maldita boca inmigrante
indeseable”- Dice el alcalde mostrando sus colmillos –“¡No! ¡Yo no te tengo
miedo! ¡A mí no me puedes amenazar! ¡Yo no tengo nada que perder!”- -“Nos tiene
a nosotros, mi lady”- dice asustada Lulú; Sabine le corrige –“No, ustedes
tampoco tienen nada que temer. Mírense, si yo los tengo a ustedes ¿porqué no
ustedes cuentan con ustedes? Conociéndoles el tiempo que tengo conociéndoles…
sí, en tan solo unas horas me he dado cuenta de su capacidad, de su
organización… Ustedes no necesitan un alcalde que les someta, ustedes son un
pueblo capaz, autosustentable… Otros pueblos vienen a ofrecer fiestas y
manjares según sus tradiciones, ustedes no necesitan de este supuesto líder y
sus amenazas… Apuesto a que incluso fueron ustedes mismos los que atraparon a
Zamora y le han mantenido cautiva”- -“No, mi lady, nosotros no sabíamos de la
existencia de Zamora”- dice sorprendido Algercito; Sabine añade –“No ustedes
Alpy, ellos”- señala a los esclavos, quienes sueltan un poco más las cadenas de
Zamora e inmediatamente vuelven a meter presión; el ave cada vez se aloca más
–“¿No lo ven? ¿No ven lo que han hecho en estos días por mí? ¿No ven lo que han
hecho todos estos años por él? Ustedes pueden hacer lo que sea”- -“Cierra la
boca, niña entrometida”- Pareciera que los colmillos le crecen cada instante
más mientras Sabine defiende a los esclavos –“Díganos entonces ¿cómo atrapó a
Zamora?”- Grazna y grazna, el Alcalde tartamudea explicaciones no premeditadas,
no dice nada; Pigette trata de salvarlo –“Yo mismo estuve ahí cuando el Alcalde
atrapó a ese estúpido paraser, fue tan épico, tan trascendental”- -“¡¿Y quién más
estuvo ahí cuando eso sucedió?!”- Exclama Mariana desde el fondo de la escena,
a un costado de donde los esclavos tratan de calmar a Zamora; Alvin se une
–“¡Sí! ¡Queremos saber cómo fue que atrapó al paraser y nadie se había enterado
de eso!”- El valor de los segundos al mando tanto del grupo de jugadores, como
el de porristas, hace que el resto de los equipos volteen a ver a los
capitanes; Eloy le pregunta a Trooper –“Troopig ¿tú sabes algo de cómo el
alcalde atrapó al paraser?”- Trooper lo piensa dos veces antes de contestar,
sabe que se unirá a esta creciente rebelión en contra del alcalde, y sabe que
talvez no haya marcha atrás en sus acciones, sabe que la aldea podría cambiar
esta tarde, y nada más quedaría de lo que es ahora. Britany retoma la cuestión
de Eloy –“¿Sabes la verdad sobre todo esto, Troopig?”- Traga saliva y dice
–“No, Brit, no Eloy, no sé cómo el alcalde atrapó a Zamora, y por más que lo
pienso no se me ocurre cómo podría haberlo conseguido…”- Deja de ver a sus
cuestionantes y ahora se dirige al alcalde –“Queremos respuestas, alcalde
¡¿Cómo atrapó a Zamora?!”- -“¡Que ya se los he dicho, aldeanos malagradecidos,
dejen ya de molestar a su líder, que por esta trifulca, el alcalde terminará
volviéndose alcaide y la aldea se volverá una jaula masiva no para paraser
salvajes, sino de pueblerinos malagradecidos!”- Dice entre rabietas Pigette, el
Alcalde no deja de balbucear, no sabe cómo solucionar esta pequeña rebelión.
Germán está sorprendido de todo lo que sucede, le causa hasta emoción el hecho
de que Pigette estuviera arrinconado en defensa no de su jefe, sino de su amo,
el concejal le dice –“Creo que te han dejado solo Pigette, serviste al líder
equivocado”- Uno de los esclavos sale volando por un golpe que Zamora le da una
de sus alas. Otro esclavo clama –“¡Ayúdenos! ¡Ya no podemos contenerle!”- El
equipo de Mis´d-fut corre a ayudarle, pero justo al llegar a las cadenas,
Sabine exclama –“¡No!”- Todos, hasta el alcalde y el consejo se sorprenden;
Alvin le responde –“¡Señora! ¡Debemos ayudarles! ¡Ellos no pueden solos para
contener al ave!”- -“No, no les ayuden, no es necesario”- Otro esclavo sale
volando con otro aletazo. –“No es necesario ayudarlos porque no es posible que
Zamora sea sometido de esa manera”- -“¡¿Qué?!”- exclama Pigette –“¡Liberen al
ave!”- Agercito y Germán se llenan de emoción al ver a la que deciden llamar
líder actuar como tal; los esclavos no sueltan las cadenas –“¡Libérenla!”-
-“¡No! ¡Es mi ave! ¡No tienen ningún derecho!”- finalmente regresa el habla al
alcalde. Los esclavos no saben qué hacer; los equipos tampoco; Alvin dice
–“Creo que tiene razón”- -“Basta muchachos, tiene razón”- Le sigue Trooper. El
Alcalde sigue gritando, pero pese a esto, los esclavos se dan cuenta de a quién
deben escuchar –“Libérenle y libérense”- dice Sabine demostrando que talvez el
mago siempre tuvo la razón.
Un esclavo es enfocado con una
luz externa y dice –“La reina tiene razón, el ave debe ser liberada. Nosotros
merecemos ser liberados”- Los otros esclavos se sorprenden con la osadía del esclavo
y le ven atónitos. –“Soltemos a Zamora”- El alcalde da un último grito chillido
de negativa, pero los esclavos ya no le hacen caso. Zamora parece darse cuenta
de qué acababa de suceder; hasta el sol voltea a ver este momento tan
importante; ahora los esclavos eran libres. Sueltan las cadenas y el paraser
deja de agitarse como lo había venido haciendo, estira sus alas ampliamente
demostrando la majestuosidad de la libertad; no vuela, no escapa, es libre,
decide agradecer con esa muestra de grandeza; todos le observan sorprendidos.
El momento magnífico es
interrumpido solo por el chillido infantil del alcalde, quien exclama entre
lágrimas –“¡Mi ave! ¡Mi ave! ¡Maldita niña! ¡Maldita inmigrante! ¡Intrusa!
¡Todo era mío y tú me lo arrebataste!”- -“No, nada era tuyo, siempre se
pertenecieron. Solo lo reafirman”- -“¡Basta, serpiente! ¡Esclavos! ¡No tolero
más esto! ¡Arréstenla y necesito ir a mi casa a descansar!”- Nadie hace nada de
lo que dice –“¡Arréstenla, he dicho! ¡Obedezcan! ¡Soy su líder! ¡Háganme caso!”-
Nadie le obedece –“¡Pigette! ¡Házlo tú! ¡Arréstalos a todos!”- Por la gran
gesticulación del alcalde Lulú se asusta un poco, toma a Sabine de la mano y ya
no teme más –“¡Pigette, te estoy hablando!”- Pigette baja la cabeza y triste
dice –“Lo siento señor, ya no puedo trabajar para usted”- Pigette se separa de
su lado y se para a la par del consejo y los esclavos. Todos le rodean, y éste,
angustiado exclama –“¡Cobardes! ¡Traidores! ¡Todo el tiempo supe que me
traicionarían! ¡No crié cerdos, crié cuervos! ¡Ratas! ¡Escorias! ¡Basura!”-
Nadie hace nada; incluso Zamora le ve, ya libre, con las alas bajas y relajadas
–“¡Es suficiente! ¡Arrástrenme a mi casa, no quiero saber nada de ninguno de
ustedes!”- Nadie le sigue, nadie le obedece. El Alcalde grita un chillido
porcino, trata de moverse él solo, pero no puede, es demasiado gordo y grande
para mover su trono por sí mismo; se mueve, se menea, se desespera, se agarra
de la estatua del Rey Mago, trata de jalarse con ésta, pero lo único que logra
es voltear su trono móvil y tirar la estatua, todos se ríen de él. El caído
llora en el suelo con desesperación, todos vuelven a reír.
Zamora se abre paso entre los
esclavos y se dirige hacia Sabine, y al llegar a ella baja la cabeza para
dejarse acariciar por su liberadora; la emperatriz le sonríe y le dice –“No,
gracias a ti… ¿sabes? Siempre quise liberar a algún pueblo oprimido de algún
tirano sin cerebro”- Zamora le sonríe. –“¿Puedes entenderle?”- Dice Lulú
sorprendida; Sabine le responde –“Mmm… Podría decirse”- Le sonríe ahora a quien
antes no quería en su otra realidad. –“¿Entonces has decidido quedarte? ¿Serás
ahora tú nuestra alcalde?”- dice Algercito esperanzado, pero su pregunta lo
primero que provoca es un berrinche del alcalde original aún más forzado. –“No,
no seré su alcalde, ni su reina, ni su emperatriz, ustedes no necesitan
autoridades para guiar a su pueblo sabiamente, la aldea en sí ya es sabia, y me
ha encantado ser parte de toda esta celebración y todos estos eventos que se
han hecho en mi nombre, que, aunque no soy esa mesías que querían que fuera, me
la pasé de lo lindo, como nunca antes, en ningún otro lugar”- -“¿Pero cómo no
serías nuestra mesías si nos has liberado?”- dice un esclavo, y Germán añade
–“Era lo que debía de suceder. Un verdadero líder no se impone, se lo gana; en
realidad eres la emperatriz creadora de la que nos habló el Rey Mago, y lo
niegues como lo niegues, estás haciendo justamente lo que el Rey Mago predijo
que harías. Libertad, eso es el regalo más grande que nuestra aldea pudiese
recibir”- -“Este… ehm… yo quiero disculparme si en las primeras impresiones
pude haberle faltado al respecto, mi lady”- dice arrepentido y temeroso Pigette
–“Es Misfit, Pigette, no Mi Lady, pero no te preocupes, no hay nada porqué
disculparse, sé libre tú también”- dice Sabine instantes antes de darle un
fuerte apretón de manos al antes patiño del alcalde. Algercito dice apuntando
al alcalde chillón –“¿Y con éste qué haremos?”- -“lo que ustedes decidan,
arréstenlo, exílienlo, lo que quieran”- Vuelve a berrear –“¿Pero qué harás si
no quieres quedarte a reemplazarle?”- cuestiona Germán, ella le responde –“Mis
planes son inexactos, solo sé lo próximo que haré, eso sí seguro”- -“¿Y qué es
lo próximo que harás?”- -Sonriendo dice –“Si me permiten, dormiré esta noche en
la aldea, y pasaré la noche pensando exactamente qué es lo que mis caminos
deparan para mí ¿me dejan pasar una noche más en su aldea?”- Todos, menos el
alcalde, exclaman con entusiasmo y júbilo –“¡Sí!”- Zamora se contagia de la
felicidad de los aldeanos y empieza a extender sus alas, Lulú exclama –“¡Miren,
qué bonito!”- La gran danza paraser sucede, Zamora gira con las alas abiertas,
feliz por su libertad, feliz por la libertad de los aldeanos; Alvin exclama
–“¡Es la danza paraser! ¡Sólo el Rey Mago la había visto suceder, hay
pergaminos que hablan sobre ella!”- Zamora se pasea por toda la escena, y todos
le van abriendo paso, todos se emocionan del increíble momento, cada que Zamora
grazna el cielo se ilumina de miles de colores; finalmente, Zamora sale de la
escena, mientras todos le aplauden.
Los ex esclavos levantan al
alcalde mientras éste les grita –“¡Ingratos! ¡Malditos! ¡Suéltenme! ¡Libérenme
ahora a mí! ¡Hipócritas! ¡No!”- Y lo sacan sobre su trono de escena también.
Poco a poco los equipos también salen de cuadro, y la luz, por el atardecer se
va enrojeciendo hacia tonos muy bellos púrpuras, que de un momento se tornarán
la noche una vez más, el sol va bajando mientras bosteza, como lo hiciera cada
atardecer. Mientras esto sucede, el consejo queda solo nuevamente en escena.
Lulú voltea a ver la estatua del Mago y dice –“La estatua se ha caído”-
-“Pronto levantaremos una nueva, Lupig, no te preocupes”- dice optimista
Algercito –“Y sí, tú también puedes retirarte”- Lulú sale corriendo. –“Yo también
me marcho, estoy exhausto; muchas gracias por todo Misfit, en verdad eres lo
mejor que le ha sucedido a la aldea”- dice más que agradecido Algercito a
Sabine, extiende su mano, pero ella le jala y le abraza –“Gracias a ti, Alpy,
te quiero mucho, has hecho de mi estadía la mejor experiencia que haya vivido”-
Algercito se sonroja y se va tímidamente de la escena.
Nuevamente quedan solo en cuadro
Sabine y Germán, él la ve sin decirle nada, ella toma la iniciativa –“¿Tú
también quieres un abrazo, muchachón?”- Abre los brazos, cierra los ojos
sonriendo, pero Germán no va hacia ella; al contrario, alza una ceja y pone las
manos en la cintura; Sabine se sorprende –“¿Qué pasa? ¿A ti no te hizo feliz
este emotivo momento?”- Habla chiqueado y tanto burlón y sigue –“¿O alguien tan
rudo como tú no da abrazos?”- -“Basta de basura, Misfit”- -“¿Qué? Ya me estás
hablando como el Germán original”- -“No sé quién demonios sea ese Germán
original, yo me llamo Maul, y no, no soy tan rudo para abrazos, ni me enoja
este emotivo momento”- -“¿Entonces qué pasa? ¿Porqué pones esa cara de
enojado?”- -“No estoy enojado, pero a mí no me haces tonto”- -“¿Qué? ¿De qué
hablas?”- -“¿Qué? ¿De qué hablas?”- Germán le arremeda con voz fofa y luego
regresa a su tono original –“Uno, me estoy atreviendo a hablarte así, pues tú
insististe en que te tuteáramos y te llamáramos Misfit, así que si realmente
eres omnipotente y tienes más poderes de los que has demostrado, espero no los
apliques sobre mí”- -“No los tengo”- -“Bien, eso espero. Dos, ¿creíste que
podrías hacer tontos a todos los aldeanos por completo?”- -“No hice tonto a
nadie”- -“¿No? ¿En serio, no?”- -“No”- -“¿Y eso de pasar la noche para
reflexionar?”- -“¿De qué hablas?”- -“Tú supiste cuál era el siguiente paso de
tu aventura desde que nos vimos esta mañana, y como viste todo lo que tu
decisión podía provocar decidiste esperar hasta caer la noche, pues sabías que
ni el sol mismo podría detenerte a esa hora”- -“¿El sol? ¿De qué hablas?”- -“De
las puertas secretas”- -“¿Quee? Nooo… ¿Cómo crees?”- Germán alza ambas cejas,
ella cede –“Ok, ok, me leíste mejor de lo que esperaba que lo hicieras, solo
quería evitarles la preocupación de un peligro que no sabemos qué podría
ocasionar, mejor que me pasara a mí sola, ¿no crees?”- -“Ahora tú ¿de qué estás
hablando?”- -“Mira, sé que no debería de estarte diciendo esto, pero gracias a
una puerta como las que tú mencionaste es como llegue a la aldea… creo que esas
puertas son el secreto para regresar a mi casa; el Mago debió de haberlo
sabido, el Alcalde también, incluso el sol, pero no sé porqué se hacía el que
no sabía…”- él entrecierra los ojos –“No sé porqué, pero creo que me estás
diciendo mentiras otra vez ¿qué ocultas, Misfit?”- -“Tengo que ir hacia esas
puertas, Maul, mi camino lleva directo hacia esas puertas”- -“¿Porqué?”- -“¡Ya
te dije, para volver con tu familia!”- -“¿Qué no me estás diciendo? ¿Porqué el
viejo ese dijo que no debías ir a ellas?”- -“Ese viejo se llama Nostromo, y
seguro no quiere, porque él, en primera instancia fue quien me trajo aquí,
obvio él no quiere que vuelva a la casa”- -“¿Segura?”- -“Segura, Maul, es lo
que debo de hacer”- -“Algo no me estás diciendo, Misfit, y no sé qué”- -“Pues
es lo que tengo que hacer, y si ya estamos hablando de esto, tú última tarea es
llevarme a esas puertas y despedirte ahí de mí”- -“No lo sé, Misfit, algo está
mal, el Mago nunca me habló de las puertas por algo”- -“¿Vas a detenerme
entonces?”- Germán se queda callado, no sabe qué decir –“¿Vas a detenerme,
Maul?”- -“No. Creo que no… Estoy aquí para ayudarte, puedo tratar de
persuadirte, pero no de detenerte”- -“¿Persuadirme de qué?”- -“Algo me dice que
más allá de lo que haya dicho Nostromo no deberías ir ni cerca de las puertas,
es una corazonada”- -“¿Me llevarás o debo irme sola? Lo haré, llegaré a esas
puertas porque es lo que he decidido”- Germán tuerce la boca y cede –“Bien,
vamos, te llevaré hasta ellas”- La toma de la mano y salen por el lado derecho
de la escena, el lado contrario al que la mayoría de personajes usó para salir
de escena. Cae el telón, bajan las luces.
Por unos minutos, entre la
audiencia pasan Juan Carlos, la mamá y Kevin repartiendo folletos de su hija y
hermana perdida –“¿Han visto a mi hija? ¿Han visto a mi Sabini? Si la ven ahí
viene un número para comunicarse, por favor, si la ven díganle que su madre y
su hermano la amamos, que la extrañamos mucho”- De atrás de los asientos hasta
el escenario los tres reparten los folletos, y al llegar abajo salen del teatro
para ir a buscar en otro lugar.
Se alza el telón, un fondo oscuro,
muy neutral se muestra, una pared que crea un medio círculo con siete puertas
se muestra en escena, Sabine y Germán están de espaldas al público, contemplan
el místico lugar desconocido. Ella le pregunta –“¿Qué te dijo el sol sobre las
puertas? ¿Algo que no sepa?”- -“No, se quedó pensando”- -“¿El Alcalde?”- -“No,
no tuvimos oportunidad de preguntarle nada…”- -“Yo sí lo hice…”- Entra Pigette
en la alcoba. –“Pigette ¿qué haces aquí?”- -“He vivido aquí desde que el
Alcalde me nombró su asistente, hace muchos, muchos años ¿a dónde más iría
ahora?”- -“¿Tú sabías de la alcoba?”- cuestiona Germán, él responde –“No, no lo
sabía, apenas me enteré de ésta cuando Lady Misfit te mandó a fisgonear”-
-“Investigar”- Germán corrige, pero Pigette le ignora y sigue –“Hablé del
descubrimiento con el alcalde en el desayuno, pero le alteró y ya no me dijo
nada… ¿Qué saben ustedes de las puertas? ¿Sí trataron de abrirlas?”- Germán
responde –“Yo sí, pero no pude”- -“¿Y qué te hace creer que ella sí podrá”- Se
interrumpe a sí mismo y aclara –“Oh, es verdad, inmigrante mágica”- Ella hace
mueca de inconformidad, Pigette continúa –“¿Y porqué tanta desidia para ver si
sí puede?”- -“Alguien nos dijo que no lo hiciera”- -“¿Y entonces porqué han
venido?”- -“Porque es mi destino”- -“¿Y cómo sabes que es tu destino”-
-“Simplemente lo sé”- -“Traté de persuadirla, pero es imposible sacarla de su
necedad, digo, su decisión”- -“Pues… hazlo… Si crees que es tu destino ¿qué
puedes perder? ¿a dónde crees que lleven esas puertas?”- -“Dice que a casa”-
-“Digo que a casa”- -“Pues ve a casa… ¿qué más da? ¿qué no dicen que no hay
lugar como el hogar?”- -“Me he dado cuenta por su culpa que hay muchos lugares
mejor que en mi hogar… Es una larga historia, y ya no hay tiempo de contarla”-
-“¿Eso es todo entonces?”- -“Sí Germán, es todo… Muchas gracias por todo”-
-“Pues gracias a ti… y si acaso no llegaras a casa, de antemano te pido una
disculpa por no persuadirte lo suficiente”- -“No hay nada de qué disculparse,
estoy segura que para adelante siempre son cosas mejores”- -“Pues ¿qué más
puedo decirte?”- Toma la perilla mientras Germán le dice –“¿Bon Voyage?”- -“Bon
voyage a ti también Maul… Adiós Pigette, ha sido todo un placer”- -“El placer
es mío, lady Misfit, suerte a donde quiera que llegue”- Finalmente abre la
puerta central y de ésta emerge tremendo resplandor. Germán cuestiona –“¿Es
normal tanta iluminación?”- -“Sí, Maul, ya te dije que lo he hecho antes”- él
solo le responde alzando los hombros, resignado; Sabine cruza la puerta, se
pierde en el gran halo lumínico, la puerta se cierra detrás de ella.
Vuelve la oscuridad, la luz
tenue, las sombras, quedan en escena los dos puerquitos; entra Nostromo –“Lo
hizo”- dice. Germán exclama –“¡Nostromo! ¿Estuviste aquí todo este tiempo?
¿Sabías que lo haría?”- -“Sí, sí lo sabía, yo la conduje hasta la aldea”- -“Y
parece que la apuntaste hasta este lugar”- -“No Maul, no la conduje, solo le
advertí que no lo hiciera”- -“Pero sabías que no la convencerías”- -“Así es”-
Pigette se mete a la conversación –“Si sabía que no la convencería ¿porqué no
la detuvo tajantemente?”- -“Porque a donde se dirige en efecto era un lugar
destinado a visitar, solo que lo que encontrará allá no será para nada como la
aldea”- -“¿Qué será entonces?”- cuestiona preocupado Germán, el vago responde
–“Cada viaje es distinto, pocas veces ha trascendido de la manera en la que
ella lo hace, pero sí ha sucedido antes”- -“¿Y qué ha sido de los atrevidos?”-
pregunta Pigette, Nostromo contesta –“Nunca les he acompañado tan lejos”-
Pigette continúa –“¿Entonces cómo sabes que a donde fue es un lugar malo?”-
-“Porque no conozco a nadie que haya pasado más allá de una segunda puerta”-
-“¿Una segunda?”- exclama Pigette extrañado, Nostromo dice –“¿Cómo crees que
alguien como ella llegaría a tu aldea?”- Los tres quedan en suspenso,
silenciosos frente a las puertas ahora cerradas. La música se tensa, la
tenuedad de la luz se incrementa mientras el telón baja una vez más.
INTERMEDIO
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